A juicio de los laicos y las víctimas, el nombramiento de Gonzalo Bravo, «requiere de una indagación y un discernimiento más profundo».
Laicos y víctimas de abuso sexual de la quinta región enviaron una carta titulada «“Por las heridas de nuestra iglesia de Valparaíso” al oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el sacerdote español Jordi Bertomeu para manifestar su «sufrimiento y frustración» por el nombramiento del Gonzalo Bravo como obispo de San Felipe.
“Venimos con toda sinceridad -pero no sin miedo-, a expresarle nuestra profunda preocupación y dolor por el nombramiento del presbítero de la Iglesia de Valparaíso, Gonzalo Bravo, como obispo para la Iglesia de San Felipe”, sostiene la misiva, según consigna Radio Bio Bio.
“Pero más estupor hemos sentido al saber, por testimonio de algunas víctimas, que el presbítero Gonzalo Bravo también participó – bajo la autoridad del obispo Duarte- en elimpedimento de justicia para ellas, e incluso ofreció dinero a cambio de su silenciamiento mientras ocupaba el cargo de Ecónomo de la Diócesis. Estos sucesos nos desconciertan y nos enfurecen. Y nos preguntamos, ¿cómo es posible que su nombre haya llegado a Roma sin estos antecedentes?”, precisan en el escrito.
A juicio de los laicos y las víctimas, el nombramiento de Gonzalo Bravo, «requiere de una indagación y un discernimiento más profundo».
«De no hacerlo, los efectos para la Iglesia chilena podrían significar perpetuar su sufrimiento, que son también los sufrimientos del Cuerpo de Cristo”, advierten.
Cabe recordar que apenas se nombró a Bravo como obispo de San Felipe, la Red Laical de Valparaíso señaló que “Gonzalo Bravo Álvarez fue durante todo el gobierno del obispo Gonzalo Duarte su estrecho colaborador en el gobierno y las finanzas de la diócesis». Duarte ha sido reiteradamente denunciado, por ex seminaristas de Valparaíso,de acoso sexual y encubrimiento de abusos sexuales“.