Investigadores trabajan en el monitoreo de volcanes de nuestro país, de manera de aportar permanentemente información clave para prevenir este tipo de situaciones
Durante las últimas semanas, desde inicios de septiembre, los ojos del mundo han estado puestos en una pequeña isla española de no más de 80 mil habitantes, desde cuyo volcán Cumbre Vieja nos llegan por todos los medios de comunicación, permanentes actualizaciones so
“El tipo de erupción que se desarrolla en La Palma es similar a lo que se ha observado en otras erupciones recientes en Hawaii y en Islandia. Este tipo de volcanismo se denomina ‘punto caliente’ (hot-spot en inglés)
El especialista, en el estudio de amenazas naturales y procesos geológicos, particularmente volcánicos y de remoción en masa, detalló que “vemos chorros de lava siendo expulsados verticalmente desde diferentes puntos en la superficie del sur de la isla. Estos procesos se conocen técnicamente como ‘fuentes de lava’, y se producen por la llegada del magma a la superficie cargado con gases volcánicos, que provocan explosiones y arrojan pedazos de esta lava hasta cientos de metros de altura».
Además, agregó que «este proceso se parece mucho a lo que observamos cuando abrimos una botella de champaña previamente agitada. La diferencia, es que en La Palma estas fuentes de lava pueden mantenerse activas por varias horas. Y junto con estas fuentes de lava, en este tipo de volcanismo es común ver la emisión de flujos de lava, que se desplazan por la superficie de la isla, cerro abajo, quemando y sepultando todo lo que encuentran a su paso”.
El especialista advirtió que “es importante hacer una distinción al comparar la erupción en La Palma con erupciones en Chile. Desde el punto de vista del tipo de volcanismo, en Chile tenemos, por ejemplo, la isla de Pascua (Rapa Nui) e isla Robinson Crusoe como remanentes de erupciones de tipo similar al visto en La Palma, pero en Chile no hay registros históricos de este tipo de actividad volcánica”.
«En Chile, tenemos muchos volcanes que han mostrado y podrían mostrar similar comportamiento. Por ejemplo, los volcanes Villarrica y Llaima h
En cuanto a paralelos que se podrían establecer entre los procesos del Cumbre Vieja y los de macizos chilenos recientemente activos, como el Nevados de Chillán, Palma lo descartó.
Respecto a los efectos, el investigador sostuvo que “el principal impacto de la erupción en La Palma es la pérdida del desarrollo urbano que se había creado. Muchas casas están siendo sepultadas por las lavas; también iglesias, comercio. Estos terrenos no se podrán recuperar en el corto-mediano plazo, y el desarrollo urbano y social post-erupción requerirá una adaptación de la población a las nuevas condiciones de vida en la isla”.
En este sentido, Palma, afirmó que mientras se mantiene la erupción muchos habitantes de la isla deben evacuar, y otros deben soportar la caída de ceniza y los molestos gases volcánicos; estos gases pueden ser muy nocivos con una exposición prolongada. Las cenizas también tienen un impacto negativo a mediano plazo en zonas agrícolas, por la cobertura densa en algunos sectores y por la potencial contaminación de suelo y agua.
“La erupción en La Palma, una isla volcánica, deja en evidencia la importancia de la planificación territorial, el monitoreo volcánico y una correcta gestión para enfrentar este tipo de emergencias. En el lado sur de la isla se ha presentado una alta actividad volcánica histórica. Sin embargo, se ha permitido el crecimiento urbano en sectores reconocidos como zonas de peligro volcánico por las instituciones de investigaciones geológicas y encargadas del monitoreo. Todo este desarrollo urbano se encuentra amenazado por la actual y futuras erupciones en la isla”.
“Estos temas son muy complejos en escenarios como el que se presenta en La Palma. En Chile, también tenemos poblados cercanos a volcanes activos y expuestos a los fenómenos que se podrían generar en próximas erupciones. Y aún no tenemos suficientes estudios expertos que nos indiquen en detalle la amenaza y riesgo de estos poblados, y que permitan una buena planificación de emergencias. La planificación territorial que se realiza en Chile comúnmente no considera adecuadamente la evaluación de amenaza volcánica, permitiendo que el desarrollo urbano y económico aumente el número de personas expuestas a fenómenos naturales. Esto aumenta las potenciales consecuencias negativas en la salud de las personas, infraestructura y en nuestra economía”, finalizó.
En tanto, la Verónica Pineda Mascayano, geó
“Este proyecto fue gestado por Adriano Cecioni Raspi, por una duración de cinco años y posteriormente, desde el 2011, se han sucedido nuevas adjudicaciones de las licitaciones que se realizan cada tres años”, explicó la investigadora.
“El sistema de vigilancia volcánica en el Alto Biobío consiste en el monitoreo de la actividad de los volcanes ubicados alrededor de la cuenca hidrográfica del río Biobío, así como también la actividad sísmica asociada a la falla Liquiñe-Ofqui en el área. Los volcanes Tolhuaca y Lonquimay
La experta concluyó que “la importancia de este proyecto, el cual tiene un registro continuo de la actividad sísmica por más de 10 años, es que ha permitido conocer los patrones de sismicidad de base de cada volcán y de esta forma poder entregar información oportuna ante la probabilidad de una erupción”.