Desde la organización ambientalista enfatizan que «la mayor contradicción es que Chile fue anfitrión de la Cop 25 y auspiciador de la denominada Cop Azul donde el compromiso fue proteger la salud de los océanos y sus especies. Sin embargo hoy se está entregando la presidencia de esta Cumbre con las manos sucias. Se están sacrificando los mares de una zona única, negándose a protegerla y permitiendo que quede sometida a la destrucción de un proyecto como Dominga».
A partir de este domingo 31 de octubre y hasta el 12 de noviembre se desarrollará en Glasgow, Reino Unido, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26, donde se pretende avanzar en los pendientes de la COP25 que presidió Chile, aunque se realizó en Madrid.
Desde Greenpeace reconocen que Chile «actualizó» su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) y que presentará en Glasgow su Estrategia Climática de Largo Plazo, sin embargo, aseguran que «validar el proyecto minero como Dominga , como lo está haciendo Chile, representa lo peor de la hipocresía climática porque implica arrasar con una biodiversidad única de pingüinos, ballenas, chungungos y especies únicas que ya están amenazadas por el cambio climático. Por esto enfatizamos que en esta Cop 26 nuestro país de señales claras y se invalide este proyecto nefasto para nuestras metas».
Y argumentan que según la evaluación de Climate Action Tracker, la NDC de Chile actualizada a 2020 es insuficiente para tener un incremento de la temperatura sólo de 1,5°C, y lo más probable es que aumente 2°C o 3°C, “lo que sería un desastre”.
Estefanía González, Coordinadora de Campañas de Greenpeace, quién se encuentra en Glasgow participando de esta cumbre, enfatiza que: esta es “quizás la última oportunidad para avanzar hacia una ambición climática (…) para mantener el 1,5°C de aumento se debe abandonar el uso del carbón y transitar al 100% de energías renovables para dejar de depender de los combustibles fósiles”.
La vocera agregó que Chile «debe cerrar ahora las termoeléctricas que convirtieron en zona de sacrificio a Quintero y Puchuncaví, entre otras localidades y no seguir envenenando a sus habitantes hasta el 2040».
González califica de incoherente con la grave crisis hídrica que se vive, «tener un plan de gestión de cuencas para el 2030, mientras se sobre otorgan los derechos de agua hasta tres veces promedio en el país. Hay que recuperar el agua como bien común y un derecho humano».
Greenpeace también criticó la ausencia de medidas de protección bosques y vegetación nativa, salares, turberas, glaciares, ríos, acuíferos y lagos –»fundamentales para cuidar el agua y enfrentar el Cambio Climático»- y que en cambio se propone potenciar la industria forestal.
Pero la mayor contradicción del Gobierno no es sólo presentar propuestas insuficientes en la COP 26, si no hacerlo mientras se pretende construir el proyecto minero portuario Dominga en medio de un Santuario de la Naturaleza, «es como instalar una discoteca en una guardería infantil».
Finalmente, González señala que la nueva Constitución «debe hacerse cargo del escenario de crisis climática, recuperar los bienes comunes, proteger los ecosistemas y reconstruir el equilibrio con la naturaleza para tener un desarrollo justo y equitativo».