Ambas partes concordaron abordar estas materias y avanzar, en el marco de «una política de Estado hacia soluciones que permitan combatir el crimen transnacional organizado, con particular énfasis en el contrabando y el control migratorio». Los países destacaron la «voluntad común» para fortalecer la cooperación en la frontera «en las materias señaladas y continuar profundizando la relación» bilateral. «Creo que estamos en un momento donde, efectivamente, la colaboración internacional es tremendamente importante, pero también hay que ver el origen de esta migración, que es Venezuela, que también tiene la responsabilidad de poder solucionar sus conflictos internos para evitar el desangre (…) Yo creo que ellos tienen una responsabilidad en aquello, y sería importante que se pronunciaran», comentó el ministro del Interior chileno, Rodrigo Delgado.
Los Gobiernos de Bolivia y Chile acordaron este viernes iniciar mesas de trabajo para abordar asuntos como delitos transfronterizos y el tema migratorio, una preocupación chilena a raíz de la crisis que se extiende desde hace un año en la frontera común y se ha gravado en los últimos días.
Estas decisiones se tomaron en una reunión telemática en la que participaron el ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia, Eduardo Del Castillo, y su par chileno del Interior, Rodrigo Delgado, además de viceministros, subsecretarios y directores de ambos países, según un comunicado conjunto difundido por la Cancillería boliviana.
En el encuentro se resolvió crear próximamente «tres mesas de trabajo binacionales en los próximos días para abordar las siguientes problemáticas fronterizas: contrabando y comercio ilegal, temas migratorios y trata de personas y tráfico ilícito de migrantes» y activar el Grupo de Trabajo en Cooperación Policial, indica la nota.
«Ambas partes concordaron abordar estas materias y avanzar, en el marco de una política de Estado hacia soluciones que permitan combatir el crimen transnacional organizado, con particular énfasis en el contrabando y el control migratorio», agrega.
El subsecretario chileno de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez, que ejerce como canciller interino, anunció la disposición de firmar «a la brevedad» un acuerdo marco de cooperación para la vigilancia, control y lucha contra el contrabando, según el comunicado.
Además, las delegaciones coincidieron en la importancia de esta «nueva etapa de relacionamiento bilateral» que se enmarca en la «Hoja de Ruta» acordada entre ambos Gobiernos en abril de 2021.
Por último, los países destacaron la «voluntad común» para fortalecer la cooperación en la frontera «en las materias señaladas y continuar profundizando la relación» bilateral.
Tras un auge de entradas irregulares en febrero del año pasado, la crisis migratoria en Chile tuvo otro peak en octubre, con cientos de extranjeros ocupando plazas y avenidas en varias ciudades del norte de ese país, algo que recrudeció en los últimos días.
Iquique, la primera gran ciudad que se encuentran los migrantes que llegan a Chile por pasos irregulares en la frontera norte con Bolivia, vivió el domingo una manifestación contra la migración irregular y el lunes un paro de actividades, con camioneros bloqueando carreteras y protestando contra el aumento de la inseguridad.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) alertó en diciembre pasado que cerca de 500 refugiados y migrantes venezolanos, incluidos niños, cruzan diariamente por pasos fronterizos irregulares entre Bolivia y Chile y llegan al país «tras varios días sin comer, con deshidratación, hipotermia y mal de altura».
En lo que va del año ya han muerto al menos dos personas tratando de cruzar la frontera y unas 23 desde que se inició el flujo masivo en febrero de 2021.
En Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.
Tras la cita con las autoridades de gobierno de Bolivia, el ministro Delgado detalló que «fue una reunión donde expusimos algunos puntos y se generaron mesas de trabajo que comenzarán la próxima semana».
«Pusimos énfasis en la Ley Migratoria chilena y creemos que a Bolivia le debiese interesar porque se van a fortalecer las visas temporales de trabajo para ciudadanos bolivianos que muchas veces vienen a trabajar por temporadas; y, lo segundo, nos interesa que conozcan nuestro proceso de reconducción, porque eso implica entregar a los extranjeros (que ingresan de forma ilegal) al país desde donde vienen», detalló a Meganoticias.
El jefe de Interior y Seguridad Pública reconoció que es necesario tener una mirada a nivel regional de esta problemática, puesto que «las fronteras las protegen los países para invasiones de otros ejércitos, pero no están preparadas para 6 millones de personas que vienen arrancando de una dictadura como la venezolana».
Para el ministro Delgado es necesario tener cautela frente al «efecto llamado» que puedan tener los distintos dispositivos de acogida que se buscan instalar en la zona, específicamente en Colchane e Iquique, «porque el problema viene después, estas personas ingresan a Chile, y hay informalidad administrativa, el no tener documentos y un trabajo digno, eso les pasa la cuenta, y luego aparecen las mafias».
Respecto del Pacto Mundial para la Migración que Chile no suscribió en 2018, el secretario de Estado afirmó que «los pactos muchas veces están diseñados para momentos en donde hay una migración estándar; efectivamente, lo de Venezuela supera en cifras históricas para Latinoamérica y otras partes del mundo».
«Creo que estamos en un momento donde, efectivamente, la colaboración internacional es tremendamente importante, pero también hay que ver el origen de esta migración, que es Venezuela, que también tiene la responsabilidad de poder solucionar sus conflictos internos para evitar el desangre (…) Yo creo que ellos tienen una responsabilidad en aquello, y sería importante que se pronunciaran», sentenció Delgado.