La instancia ratificó este viernes un pre informe que si bien dice que «no existe una regla general a favor o en contra» del bicameralismo, destaca que la existencia de dos cámaras “es a menudo una respuesta a las diferencias regionales, a la multietnicidad y al multiculturalismo. En una sociedad en la que estos aspectos adquieren una mayor importancia, el bicameralismo es recomendable”. El pronunciamiento de este órgano consultivo europeo fue realizado por senadores, desde donde algunos han llamado a incorporar las recomendaciones al debate.
El 5 de enero pasado, un grupo de 23 senadores solicitó un pronunciamiento de la Comisión de Venecia – órgano consultivo europeo – sobre el proceso constituyente chileno. En febrero, una delegación viajó a Chile compuesta por el expresidente de esta instancia, Gianni Buquicchio; la secretaria general de esta comisión, Simona Granata-Menghini; también el coordinador Serguei Kouznetsov; además de los relatores Paolo Carozza y Joseph Castellá.
Así, trabajaron en un preinforme, que se dio a conocer este martes, el que fue ratificado este viernes en una sesión del plenario de la comisión, con algunos detalles extras.
La Comisión de Venecia aclaró en el documento que durante la elaboración del informe, «todavía no existe un texto finalizado o consolidado de la nueva Constitución de Chile. En estas circunstancias, las respuestas de la Comisión a las preguntas del Senado no pueden sino ser más bien abstractas y generales”.
En lo relativo al Congreso, la instancia puntualizó que “no existe una regla general a favor o en contra» del unicameralismo y bicameralismo, pero sí subrayó que el sistema bicameral considera el principio de pesos y contrapesos, y que «todo Estado muy descentralizado necesita una segunda cámara que garantice el diálogo entre el centro y la periferia”.
Establece que el bicameralismo “es a menudo una respuesta a las diferencias regionales, a la multietnicidad y al multiculturalismo. En una sociedad en la que estos aspectos adquieren una mayor importancia, el bicameralismo es recomendable”, pero también enfatiza que «la reforma de la segunda Cámara ha sido más frecuente que su supresión», en medio de la postura de algunos constituyentes de avanzar hacia un bicameralismo, pero asimétrico, sin reeditar el Senado.
Sobre el Tribunal Constitucional, recomienda mantenerlo, pues dice que esa plataforma ha «favorecido el establecimiento de una Corte Constitucional separada y especializada, especialmente en las democracias más nuevas». Aboga además por la defensa de la independencia del poder judicial, y también por resguardar la perspectiva de género y la paridad en el sistema jurisdiccional. A esto se suma la valoración en la incorporación de escaños reservados en el Parlamento, punto que ha defendido la mayoría de la Convención, pero con el rechazo de la derecha.
La Comisión de Venecia también especificó que la opción binaria en el plebiscito de salida – apruebo y rechazo – no excluye la posibilidad de una tercera vía, es decir, de opciones múltiples. Sin embargo, recalcó que las reglas establecidas sobre el plebiscito de salida «son actualmente claras» para la ciudadanía, por lo que “cambiar estas reglas correría el riesgo de trasgredir el principio de seguridad jurídica”. Lo anterior, ante la consulta de los senadores de poder incluir una tercera opción en ese proceso.
«La opinión de la Comisión de Venecia es que si se ofrece la posibilidad de una tercera opción, debería ser a través de compromisos políticos de los actores políticos relevantes para llevar a cabo una reforma genuina después del plebiscito, en lugar de cambiar los términos del proceso de revisión formal en esta etapa», agregó.
El senador y presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, valoró el informe y llamó a «entender que la Constitución debe ser una casa de todos y no una Constitución partisana, y por supuesto creemos sin lugar a dudas que el proceso convencional constituyente debe contribuir a generar certezas jurídicas», destacando las señales respecto al régimen parlamentario.