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El Convenio 190, que fue adoptado en junio de 2019 en la Conferencia Internacional del Trabajo, es la primera normativa internacional que aborda la violencia de género y acoso en espacios de trabajo.
Esta mañana, la Ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, participó de las actividades lideradas por el Presidente de la República, Gabriel Boric, junto a autoridades de diversas carteras y la Central Unitaria de Trabajadores, en el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajador y Trabajadora.
En la instancia, el Mandatario anunció que se buscará ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el ámbito laboral.
“Creemos que esto es un avance muy importante que va a favorecer a todos los trabajadores y trabajadoras, tanto en el sector público como privado, para poder generar espacios de trabajo donde se respete y asegure los derechos de todos y todas en su vida cotidiana”, sostuvo la Canciller Antonia Urrejola.
El Convenio 190, que fue adoptado en junio de 2019 en la Conferencia Internacional del Trabajo, es la primera normativa internacional que aborda la violencia de género y acoso en espacios de trabajo. De esta manera, se busca avanzar en la construcción de una vida laboral más saludable que proteja a los trabajadores y trabajadoras cualquiera sea su situación contractual.
La Canciller destacó que el instrumento ha sido ratificado por 12 países, entre ellos, Argentina, Ecuador y Uruguay, y resaltó que desde la Cancillería se va a trabajar de manera conjunta con el Ministerio del Trabajo para que sea adoptado y entre en vigencia lo antes posible.
“Este convenio se aplica a todos los trabajadores y trabajadoras y es también, por lo tanto, aplicable tanto a mujeres como hombres y a los colectivos de la diversidad sexual. Se trata, precisamente, de crear un ambiente laboral libre de violencia y acoso en su sentido más amplio”, afirmó la Ministra.
Este anuncio va en línea con el compromiso del Gobierno por promover una política exterior feminista que acoja, con acciones concretas, la actual brecha de género.
