Publicidad
Con el amplio triunfo del Rechazo todos los ojos se posan en el Congreso PAÍS

Con el amplio triunfo del Rechazo todos los ojos se posan en el Congreso

Publicidad
Roberto Bruna
Por : Roberto Bruna Periodista de El Mostrador
Ver Más

El rol del Parlamento será clave en lo sucesivo, pues es el espacio donde tendrán que avanzar todas las reformas que hagan viable un nuevo proceso constituyente, y ello en virtud de la rebaja del quórum para reformas constitucionales a 4/7 de los votos. El Presidente Boric ya instó al Congreso a abrir un espacio de entendimiento para resolver la cuestión constitucional y, si bien no faltan los compromisos, Chile Vamos aún no define un itinerario claro que dé certezas a la ciudadanía, y esto lo han reconocido tanto algunos de sus referentes como parlamentarios. ¿Habrá una nueva Convención para escribir una nueva Constitución sobre una hoja en blanco? ¿Será que Chile Vamos al final decida solo modificar la actual Carta Magna? El senador Francisco Huenchumilla (DC) reaccionó con cautela ante las declaraciones que surgieron desde la coalición opositora, porque –a su juicio– desde “cuando se acordó rebajar el quórum a los 4/7, (en Chile Vamos) ya no necesitan a los partidos del oficialismo y de centroizquierda para reunir esos 4/7 de los votos, los cuales tienen en el Senado y en la Cámara de Diputados”. Por su parte, el diputado Diego Schalper (RN) ratificó que su coalición se tomará un tiempo para reflexionar y pensar en la mejor fórmula posible. «Nosotros nos vamos a juntar con nuestros parlamentarios, con los convencionales y tendremos encuentros con nuestros dirigentes regionales para llegar a una fórmula», puntualizó.


¿Qué sigue ahora? ¿Cómo continúa una conversación constituyente después del amplio triunfo del Rechazo? Muchas son las interrogantes que deja este resultado. Diversos analistas creen que asistiremos a un proceso marcado por la incertidumbre y la falta de acuerdos tempranos de la derecha sobre del itinerario a seguir, y ello alimenta los temores en orden a que el proceso constituyente, en su segundo tiempo, pueda trabarse indefinidamente. Y es en este escenario que el Congreso juega un rol clave.

El propio Presidente Gabriel Boric fue categórico a la hora de convocar al Parlamento a un diálogo amplio para arribar a acuerdos y zanjar la cuestión constitucional. «Hago, por tanto, un honesto llamado a todas las fuerzas políticas a poner a Chile por delante de cualquier legítima diferencia, y acordar a la brevedad los plazos y bordes de un nuevo proceso constitucional. Contarán conmigo plenamente para la tarea de facilitar este entendimiento del que, por cierto, el Congreso Nacional deberá ser el gran protagonista», fue lo que señaló el Mandatario en su discurso de ayer.

«Con este fin, mañana a primera hora me reuniré con los presidentes de ambas Cámaras y con otras autoridades de la República para avanzar lo más rápidamente en esa dirección y, durante la próxima semana, llevaremos adelante una ronda de conversaciones para recoger las propuestas de los distintos sectores que se han comprometido ante el país con establecer un nuevo proceso constituyente», agregó el Presidente en su alocución. «No podemos dejar pasar el tiempo ni enfrascarnos en polémicas interminables. Y es que nuestros compatriotas, quienes nos están viendo hoy día en sus casas, no entenderían que los responsables políticos, en lugar de atenuar sus incertidumbres, se las acentuáramos», subrayó. 

La invitación presidencial pone de relieve el rol histórico que, de ahora en más, ha de desempeñar el Congreso, aunque no existe claridad respecto a cómo va a continuar. Lo concreto es que Chile Vamos tiene la llave para decidir, en el Parlamento, si estira o no el proceso orientado a redactar un texto a partir de una hoja en blanco, y ello porque también existe la posibilidad de que se rehúse a cambiar una coma de la actual Carta Magna o, en su defecto, que decida cerrar la cuestión constituyente a través de modificaciones a la Constitución promulgada en dictadura y reformada por última vez en 2005, durante el mandato de Ricardo Lagos Escobar.

«Hay que ser más dialogantes. Vamos a ganar escuchando más, sin sectarismos y mejorando la propuesta que hemos planteado al país», declaró la senadora democratacristiana Yasna Provoste, quien caracterizó así al clima de diálogo que debería imperar, también en el Congreso. «Habrá que despejar todas las dudas que todavía persisten. Aprendamos la lección: para ganar se necesita que no falte nadie, porque la unidad es indispensable desde un inicio», recalcó, al tiempo que definió un piso básico de conversación: «Vamos a mantener de la propuesta constitucional todo aquello que tuvo amplia aceptación y propondremos, en la próxima Convención, las reformas que ya están comprometidas, más todo aquello que recojamos del diálogo con la comunidad».

Por su parte, el senador Francisco Huenchumilla (DC) planteó que, si bien se ha avanzado algo con una reforma constitucional que bajó el quórum de reforma a la Carta Magna a 4/7, hay que ser cautelosos, ya que, más allá de las palabras de concordia y su compromiso con una nueva Constitución de parte de la coalición opositora, lo cierto es que hasta ahora ese sector no ha dado a conocer un plan claro y concreto que permita disipar las dudas.

“Ganando el Rechazo, queda vigente la Constitución de 1980. Frente a ese escenario, se abren numerosas posibilidades y un clima de incertidumbre, porque no se sabe cómo van a reaccionar los distintos actores políticos del país. Es evidente que esto genera un escenario muy favorable a la derecha y a sus aliados, porque van a tener la llave de cómo continúa este proceso”, puntualizó. “Cuando se acordó rebajar el quórum a los 4/7, ya no necesitan a los partidos del oficialismo y de centroizquierda para reunir esos 4/7 de los votos, los cuales tienen en el Senado y en la Cámara de Diputados”, complementó.

Asimismo, Huenchumilla sospecha que la derecha va a tratar de “centrar el debate en el Congreso, porque sabe que tiene la llave, sabe que tiene los votos y sabe que el quórum les favorece, y van a tratar de que el Presidente (Boric) y el Gobierno no sean los actores encargados de conducir este proceso”. De esa manera –según el senador–, “lo que ellos van a buscar es conducir ese proceso, y obligar al Gobierno a una negociación. Ese es el escenario que quería la derecha y fue el que finalmente se dio”.

“Que no piensen que el triunfo de hoy sea una carta blanca para pensar que pueden hacer las reformas por su cuenta. Ya que se ha rechazado ese texto, espero que podamos tomar un nuevo camino mediante la soberanía popular, que sea representativa”, añadió Huenchumilla, a modo de advertencia.

La hoja de ruta aún no aparece

Pero lo cierto es que todavía no aparece una hoja de ruta en el Congreso, aun cuando los principales referentes de Chile Vamos aseguran que llamarán a un gran acuerdo con sede parlamentaria para continuar la conversación y cerrar, de una vez por todas, la cuestión constitucional. No obstante, el diputado Diego Schalper (RN) no aportó mayores luces en cuanto a cómo debería avanzar este asunto en lo sucesivo.

“Nosotros nos vamos a juntar con nuestros parlamentarios, con los convencionales y tendremos encuentros con nuestros dirigentes regionales para llegar a una fórmula. No le adelantaría nada, pero lo que está bastante claro es que hay que avanzar lo más pronto posible, que se demore poco”, aseguró el diputado. “Tiene que terminar con un plebiscito de salida”, agregó, junto con indicar que algunos aspectos del texto constitucional rechazado pueden constituir un piso. “Hay ciertas ideas que están bastante cuajadas, como el Estado social de derecho”, precisó Schalper, situación que permitiría ganar tiempo.

El parlamentario fue enfático en afirmar que “la ciudadanía debe tener un texto que tenga un 70% de apoyo”, por lo que llamó a su sector a no repetir el maximalismo que –a su juicio– mostró la izquierda durante todo este proceso. En esa línea, Schalper fue muy crítico: “Es una reflexión que ese mundo progresista debe hacer, un mundo que se desarraigó del Chile profundo que no va a mitines a la Alameda”.

Diversos referentes del sector han asegurado que el resultado fue tan sorprendente que, lo más recomendable por ahora, es procesar y digerir los datos que arrojó el plebiscito. Solo después de eso vendrá el tiempo de elaborar un itinerario, y ello será posible luego de conversar con otros sectores, como esa centroizquierda que decidió acompañarlos en el rechazo a la propuesta constitucional. Asimismo, piden que el Gobierno defina un interlocutor que favorezca el entendimiento.

Por cierto, la presidenta de Evópoli, Luz Poblete, tampoco tiene un esbozo de cómo ha de ser esa hoja de ruta, aunque advirtió que “el protagonista va a ser la ciudadanía. El único mandato que tenemos claro es reivindicarnos ante ella”. Respecto de qué institución ha de tomar la iniciativa, Poblete declaró que esta “recae en el Congreso, que tendrá que ponerse de acuerdo de la manera más transversal posible”. ¿Y el Gobierno de Gabriel Boric? “El Gobierno tiene que cumplir un rol. ¿Será protagonista? No lo sé. Lo primero que debe hacer es hacer una reflexión, evaluar a su gabinete y dedicarse a gobernar. La campaña ya terminó, así que ahora debe atender las urgencias sociales. Nosotros vamos a honrar nuestros compromisos”, añadió.

No obstante, la timonel de Evópoli sostuvo que no es posible descartar un plebiscito “para preguntar si hacer una nueva Convención, o si debe haber una nueva Convención pero con reglas distintas. Pero un principio base es que el proceso que surja debe ser lo más participativo y representativo posible”, enfatizó.

Los temores

¿Y si la derecha decide «llevarse la pelota para la casa»? Es una posibilidad y los analistas consultados creen, por tanto, que en ningún caso esto debe descartarse en un escenario político que ha dado sobradas muestras de dinamismo y confusión.

Pamela Poo, quien preside la Red de Politólogas, se manifestó temerosa de que la holgura alcanzada por el Rechazo envalentone las posiciones más maximalistas del conservadurismo chileno, por lo que no es de extrañarse que Chile Vamos –o una parte de la coalición– decida dar por terminado el debate o, bien, que proponga escribir un nuevo texto muy similar a la actual Constitución, solo que con declaraciones y un lenguaje algo más “amigables” para el común de las personas, sostuvo.

Hay otro elemento que puede afectar la decisión. “Debemos entender que la derecha le abrió la puerta a la ultraderecha, que tironea a todo su sector a su posición más extrema. Lamentablemente la política hoy tiene mucha performance, es muy performativa, con mucho video para TikTok, redes sociales, mucho nicho, etc. Es un momento pobre en contenidos. No hay proyecto país. Lo importante es que, con el resultado de este domingo, hemos vuelto al Chile ‘en la medida de lo posible’”, agregó.

Llevarse la pelota para la casa es ciertamente una opción, coincidió el psicólogo social, antropólogo y académico de la Universidad de Santiago, Sergio González, pero sería un error gravísimo que Chile Vamos lea este resultado como una reivindicación ideológica del “modelo”.

“Hay temas que no tienen vuelta atrás. Es imposible concebir otra cosa que no sea un Estado social de derecho, y en ese sentido se ha corrido el cerco bastante. Lo mismo el tema de la paridad. Hoy es inadmisible un discurso que no considere al 51% de la población, del mismo modo que se niegue el debido reconocimiento de los pueblos originarios, aunque nadie sepa cómo podría viabilizarse. Asistimos a un cambio social importante, un cambio simbólico y epocal que no podemos perder de vista pese a lo holgado de la derrota del Apruebo”, expresó el académico.

El diputado Juan Antonio Coloma (UDI) sostuvo que “nosotros nos comprometimos a tener una nueva y buena Constitución para Chile. Y para avanzar en eso debemos alcanzar acuerdos, sin prisa pero sin pausa. No se trata de dar fechas, sino de buscar aquello que nos une y dejar lo que nos divide. Hay que darse tiempo para consensuar mejores reglas. Por apurarnos uno o dos días, no logramos nada. No quiero adelantar juicios respecto de la forma”, señaló.

 

Publicidad

Tendencias