Desde el 31 de enero de 2012 rige en Chile la Ley Nº 20.568 que regula la inscripción automática y el voto voluntario, hasta ahora, porque la Sala de la Cámara Baja respaldó las modificaciones del Senado a la propuesta que revierte la participación voluntaria en los procesos electorales. La propuesta quedó en condiciones de ser promulgada por el Presidente Gabriel Boric.
A casi 11 años de la implementación de la inscripción automática y voto voluntario el sistema volverá a cambiar. La Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó las modificaciones del Senado al proyecto que reestablece el voto obligatorio.
La propuesta, que nació en la Cámara Baja, fue despachada a segundo trámite al Senado en junio de 2021. Los cambios realizados en este trámite legislativo fueron aprobados hoy por 124 votos a favor, 6 en contra y 3 abstenciones. Con ello, la propuesta quedó en condiciones de pasar al Ejecutivo para su promulgación como ley.
La nueva norma establece que, en las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario y secreto. Además, agrega que este será obligatorio para los electores en todas las elecciones y plebiscitos, salvo en las elecciones primarias.
El texto agrega que una ley orgánica constitucional fijará las multas o sanciones que se aplicarán por el incumplimiento de este deber. Así, también, a los electores que estarán exentos de ellas y el procedimiento para su determinación.
“La democracia se mejora con más democracia” fue una expresión que se repitió en el debate en la Sala. Las y los parlamentarios que aprobaron la propuesta argumentaron que lo que se busca es corregir el desinterés de la ciudadanía. Dicha situación la calificaron como una grave deficiencia de la democracia.
Aseguraron que este cambio permitirá resultados electorales más robustos, con más base y legitimidad. Además, a su juicio, el voto obligatorio permitirá formar políticos y funcionarios públicos más responsables. De esta forma, se cerraría el paso al “clientelismo con ideas simples y populistas”.
De todas maneras, hubo quienes advirtieron que esta decisión no puede tomarse como un cálculo político, sino como una medida para enfrentar el individualismo. Se estimó como un piso mínimo desde donde construir un mayor interés y vínculo con la ciudadanía.
Junto a eso, destacaron la necesidad de fomentar la educación cívica en todos los niveles, así como sancionar la desinformación y noticias falsas. De igual modo, apelaron a generar una nueva ley de medios para resguardar el derecho a la información de las personas.
Igualmente, hubo quienes no respaldaron la reforma constitucional. En sus argumentos se escuchó que una democracia sana es la que obliga a participar por sus ideas y no por una “camisa de fuerza”.
Se puso como antecedente en el debate que una amplia mayoría de países en el mundo tienen voto voluntario, por lo que Chile retrocedería y formaría parte de una minoría.
Aseguraron que lo más importante para volver a incentivar a las personas es el desarrollo de una mayor cultura cívica y erradicar malas prácticas en política. Con el voto obligatorio, acotaron, el sistema volvería a ser prohibitivo y sancionador.
En la sesión intervinieron las y los diputados de RN Ximena Ossandón, Miguel Ángel Becker, Andrés Longton, Andrés Celis, Juan Carlos Beltrán y Eduardo Durán. Junto a las y los UDI Cristhian Moreira, Daniel Lilayu, Henry Leal, Marta Bravo, Gastón Von Mühlenbrock, Felipe Donoso y Flor Weisse.
También participaron del PS las y los diputados Raúl Leiva, Daniella Cicardini y Juan Santana. Además, expusieron Francisco Undurraga y Jorge Guzmán, de Evópoli; y del PDG, Rubén Darío Oyarzo, Víctor Alejandro Pino y Roberto Arroyo.
Se sumaron al debate desde la bancada PREP los diputados Stephan Schubert y Agustín Romero. Asimismo, entregaron su opinión las diputadas Joanna Pérez (DC), Nathalie Castillo (PC) y Ericka Ñanco (RD). Y los diputados Jaime Mulet (FRVS), Félix González (PEV) y Alejandro Bernales(PL).
Por último, dieron su visión las y los diputados independientes Tomás Lagomarsino, Mauricio Ojeda, Jaime Araya, Leonidas Romero, Andrés Jouannet, Miguel Ángel Calisto, Hotuiti Teao, Felipe Camaño, Hernán Palma, Johannes Kaiser, Christian Matheson, Natalia Romero, René Alinco, Francisco Pulgar y Fernando Bórquez.