Aún golpeada por la decisión del PS de abandonar su lugar en el Socialismo Democrático para plegarse al FA y al PC en la carrera por integrar el Consejo Constitucional, la presidenta del PPD reafirmó la convicción de la tienda que lidera de no claudicar a su espacio político de centroizquierda. “Para nosotros era muy importante evitar que la centroizquierda –como valor, como propuesta y como espacio identitario– se subsumiera o fuera fagocitada en una lista con el Frente Amplio, que además tiene un nicho electoral y simbólico que es distinto al nuestro”, sostuvo la timonel del partido, quien además es candidata a consejera constitucional por la Región Metropolitana. Finalmente, Piergentili respondió a las críticas por la nominación de figuras históricas vinculadas a la “vieja política”, como Andrés Zaldívar, Carmen Frei y Sergio Bitar, asegurando que no cree en la distinción entre vieja y nueva política, junto con señalar que la experiencia de dichos candidatos puede ser útil para el proceso que recién comienza.
“Todo por Chile” es el nombre de la lista que congrega al Partido por la Democracia (PPD), Partido Radical (PR), la Democracia Cristiana (DC) y sectores independientes, que se posiciona como una alternativa de centroizquierda y que aún lamenta la fuga del Partido Socialista (PS), que finalmente respondió al llamado del Presidente Gabriel Boric y de Apruebo Dignidad. El llamado era para plegarse a “Unidad para Chile”, después del fallido intento, liderado por la ex Presidenta Michelle Bachelet, de convocar a una lista unitaria en el oficialismo.
Con figuras históricas como Sergio Bitar, Andrés Zaldívar y Carmen Frei entre sus candidatos, el espacio propiciado por el PPD busca hacer una campaña de cara a la ciudadanía, enfocado principalmente en el electorado de centroizquierda, “relevando sus planteamientos, evitando maximalismos y agendas identitarias, entregando seguridades y buscando llegar a acuerdos”, tal como lo revela –en este diálogo con El Mostrador–, Natalia Piergentili, presidenta de la colectividad, quien además competirá por un cupo en el Consejo Constitucional, representando a la Región Metropolitana.
Al respecto, la timonel del PPD aseguró que su liderazgo al interior del partido no estará puesto en duda según sean los resultados electorales del próximo 7 de mayo, y reveló que mantiene conversaciones fluidas con el ex Presidente Ricardo Lagos, negando que la figura de este haya sido determinante en la decisión de la directiva de la colectividad de mantenerse firme en su propósito de competir en listas separadas. Finalmente, desmintió que haya existido algún tipo de veto a la fallida candidatura del independiente Pablo Maltés por la Región de Valparaíso, asegurando que se les dio prioridad a sus militantes.
-¿Qué dice respecto a las críticas sobre la candidatura a consejeros constitucionales de figuras históricas de la ex Concertación, como Sergio Bitar o Andrés Zaldívar? ¿Cree que la “vieja política” busca adueñarse de este nuevo proceso constituyente?
-No empatizo en nada respecto de hacer esta división entre la vieja y la nueva política. Yo creo que la política es una sola, y debe ser buena política, que es distinto, porque hace un tiempo se relevaba que la juventud daba un estatus en términos valóricos y en términos de hacer las cosas, y creo que eso es un error. Acá tenemos una generación política que ha sido parte de la historia de Chile y que tiene mucho que aportar desde la experiencia, sobre todo desde los fracasos. Y, por ejemplo, en relación con lo que fue la Concertación, yo siento que fue un periodo valioso para el país y parte de años de construcción y progreso, donde evidentemente nosotros nos sentimos orgullosos de sus luces, pero tenemos la humildad para reflexionar respecto de sus sombras y de sus pendientes. Pero decir que todo lo asociado a la Concertación es malo, es no tener respeto por la historia del país. Es evidente que hubo faltas, que la Constitución de la época no acompaña haber generado esas mayorías para reformas más sustantivas, por supuesto. Pero yo diría que es fundamental contar con personas que han sido parte de la historia de Chile, que lucharon contra la dictadura, que saben lo que son modelos fallidos, que vivieron momentos cruciales en su vida política. Creo que desestimar esa experiencia porque pertenecen a la “vieja política”, me parece que es un sinsentido.
-¿Cree que al calor de la elección del próximo 7 de mayo se han desnudado aún más las diferencias oficialistas? ¿Es la decisión del PS, a su juicio, un paso adelante hacia la fractura del Socialismo Democrático?
-Yo creo que esta elección se dramatizó desde un principio, a mi juicio, equivocadamente. Porque esta elección, con los bordes institucionales que se hicieron, con la definición de árbitros y de expertos, es un proceso que está muy resguardado, de modo que son importantes los consejeros electos, pero no tienen el valor sustantivo que tuvieron para el primer proceso constitucional. Pero, lamentablemente, se entendió como que nuevamente este era un plebiscito parteaguas, donde se dijo que teníamos que ir todos en unidad, porque, o si no, el Gobierno se debilitaba, todas cosas que yo no comparto, pero siento que generaron mella y calaron en los compañeros socialistas que sintieron que ellos hacían un mejor esfuerzo desde la lista del Frente Amplio, la cual es una decisión que yo no comparto de base pero que respeto.
-Pese a los reiterados llamados del Presidente Boric y de la ex Presidenta Bachelet convocando a la unidad oficialista, ustedes no claudicaron en su idea de competir en listas separadas, ¿cuál es el sustento de esta decisión? ¿No fue suficiente el liderazgo del Mandatario para convencerlos?
-Yo creo que ninguna elección puede claudicar a la idea de tener un planteamiento político donde uno se constituye, y para nosotros era muy importante evitar que la centroizquierda –como valor, como propuesta y como espacio identitario– se subsumiera o fuera fagocitada en una lista con el Frente Amplio, que además tiene un nicho electoral y simbólico que es distinto al nuestro, que puede ser complementario, pero que es distinto. Entonces, aquí no es que nosotros rechazamos un llamado de la ex Presidenta Bachelet o del Presidente Boric, nosotros acogimos ambos planteamientos, los analizamos, pero valió más para nosotros el no claudicar a nuestro espacio político, más cuando la derecha va dividida entre Republicanos y Chile Vamos. ¿Por qué nosotros íbamos a dejar la centroizquierda vacía, para que fuera ocupada por populismos y por otras fuerzas políticas? Y eso es una convicción profunda que nos hizo tomar la definición que tomamos, y que esperamos lo entienda así la ciudadanía.
-¿Qué tanto modifica esta elección –y sus hipotéticos resultados– el avance de la agenda de Gobierno y sus principales reformas? ¿No asumen el riesgo de un posible quiebre de mayor magnitud al interior de las fuerzas oficialistas?
-Yo creo que a esta elección no hay que darle mayor protagonismo del que tiene, en el sentido de que los equilibrios parlamentarios son los que son desde el 11 de marzo, de modo que esta elección no genera un cambio en esa ecuación. Además, la centroizquierda, y en particular el PPD, ha estado desde el primer día absolutamente cuadrado con las reformas del Gobierno, porque hablar de reforma tributaria o de pensiones es parte por lo cual nosotros hemos bregado en los últimos 40 años, de modo que no es tampoco un apoyo vacío al Presidente Boric, sino que es un apoyo con convicciones. Ahora bien, si va a haber roces, yo creo que sí, y si va a haber algunos contrapuntos, también. Pero nosotros tenemos el ánimo de hacer una campaña de cara a la ciudadanía, relevando cuáles son nuestros planteamientos, evitando los maximalismos, las agendas identitarias, entregando seguridades, buscando llegar a acuerdos, etcétera. Por lo tanto, ese va a ser el foco, y no será el decir cuán malo el de al lado o el de al frente, sino que cuán valiosa es mi propuesta.
-Frente a su candidatura como consejera en la Región Metropolitana, ¿qué tanto podría afectar el resultado electoral en el futuro de su liderazgo al interior del PPD? ¿Considera que un tropiezo en estos comicios podría debilitar de algún modo su rol de influencia en el Socialismo Democrático?
-Para mí, la presidencia del PPD no es un trampolín a nada. Yo nunca he buscado obtener cargos, sino que he intentado siempre, desde que milito, aportar a la política desde los espacios en que estoy. Entonces, esto no responde a una planificación que yo tenía respecto de mi persona y, además, puede que, como en toda elección, no resulte electa, pero a mí lo que me hubiera hecho sentir derrotada sería ir en contra de mis convicciones y contra el mandato de mi partido. Pero no es una elección donde pueda correr algún riesgo, pues creo además que hay grandes líderes, a quienes admiro, que han perdido elecciones: la ex Presidenta Bachelet fue candidata a concejala y perdió, el ex Presidente Lagos perdió una primaria y una elección senatorial, y el propio Presidente Boric ha tenido derrotas. Entonces, yo creo que las derrotas te hacen aprender, y yo he tenido derrotas personales en mi vida que me han hecho entender cuál es el valor de las convicciones, por lo que a este proceso no le doy el dramatismo que le dan algunos, para nada.
-¿Fue determinante el rol del ex Presidente Ricardo Lagos en la determinación de evitar competir en unidad con el Frente Amplio y el PC? ¿Fue su influencia la que les ayudó a mantener su decisión, pese a las fuertes presiones internas?
-Yo converso con muchas personas a quienes admiro, para también busco en ellas un contrapunto, un consejo y una mirada, y entre ellas, sí, está el ex Presidente Lagos. Él me dio su opinión sobre este tema, como también yo lo colegí con otros actores, de modo que no es que yo haya tenido una influencia en particular o sintiera que tenía que responder al ex Presidente Lagos. Él me dio su punto de vista y yo lo agradezco, pues él ha sido un gran colaborador de mi gestión como presidenta, desde el anonimato. A veces me da risa, porque todos los que lo van a ver se sacan selfies, ponen prensa en la puerta, y yo voy regularmente a la sede de su Fundación, a tener una conversación fraterna y generosa.
-Finalmente, ¿usted o la mesa directiva del PPD decidieron vetar la candidatura de Pablo Maltés en la Región de Valparaíso? ¿Se podría asociar esta decisión a las ideas políticas, contrarias al Gobierno, de Maltés y de su pareja, la diputada Pamela Jiles?
-En el caso de Pablo Maltés, tal como se ha señalado, nuestra opción generó varias simpatías, entre esas del colectivo Demócratas y de Pablo Maltés, pero finalmente nosotros definimos priorizar no solamente a nuestros militantes, sino que a personas que tuvieran historia, sobre todo en la Región de Valparaíso, donde, por ejemplo, va el exdiputado Marco Antonio Núñez y Jazmín Murillo, quien es una joven de Viña del Mar que hace trabajo territorial en la zona. Entonces, uno también tiene que hacer apuestas respecto de sus propios liderazgos y, por lo tanto, yo agradezco el interés de Pablo, donde se podría discutir cuáles son sus planteamientos políticos, pero yo no ando haciendo juicios de la gente, respecto de lo que se dice en Twitter. Tal como Pablo, otras personas se nos acercaron, llevamos a otros independientes en la lista, pero en los lugares donde teníamos fortaleza de nuestros compañeros y compañeras militantes, preferimos por cierto nuestras propias ideas. Ahora bien, esos juicios de la gente respecto de con quien está casado, creo que es un pensamiento demasiado vetusto y, en segundo lugar, creo que la realidad es menos cinematográfica de lo que parece, en relación a, por ejemplo, que me llamó Carolina Tohá y otras personas más para evitar su nominación, lo cual no es cierto. La verdad es que nosotros teníamos dos cupos en la Región de Valparaíso, y desde el día uno, nuestro candidato fue Marco Antonio Núñez.