La catástrofe, la más mortífera de los últimos años, ha dejado 7.770 personas damnificadas y 2.450 viviendas destruidas.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) contabilizó este domingo 20 incendios forestales en combate en la zona centro-sur del país, afectada desde inicio de febrero por una ola de fuegos que ha dejado 26 personas fallecidas y más de 430.000 hectáreas calcinadas.
En su nuevo balance, el organismo reporta otros 14 fuegos que se mantienen bajo observación y 170 que fueron controlados.
Los incendios en combate disminuyeron significativamente en las últimas semanas, el centenar que se registró al comienzo de la emergencia, a mediados de febrero, se redujo en torno a los 50-60 fuegos en combate, mientras que la semana pasada hubo cerca de 30 activos y esta cierra con alrededor de 20.
La mejora en el control y extinción de los incendios provocó que el viernes los jefes de la Defensa Nacional en las regiones de Ñuble y Biobío, 2 de las más perjudicadas por las llamas, decretaran el fin del toque de queda establecido en estos territorios desde el 8 de febrero.
Fue el Presidente Gabriel Boric quien en plena emergencia solicitó a los altos cargos militares de la zona aplicar la medida para garantizar la seguridad y proteger de robos a las propiedades de las personas afectadas.