El economista y exsuperintendente de AFP y de Valores y Seguros habló en Al Pan Pan sobre la postura del empresariado frente a las reformas del programa de gobierno del Presidente Boric. Según Larraín, tanto el gobierno como el sector privado tienen que dialogar y dar, pero el que tiene el pandero de la negociación es el Ejecutivo. A su juicio, el tema tributario y el previsional son los más complejos para ambos sectores. Además, planteó que Chile tiene que cambiar su estructura tributaria, reducir el IVA y aumentar el impuesto a la renta.
Guillermo Larraín, economista, académico, expresidente del BancoEstado y exsuperintendente de AFP y de Valores y Seguros durante las presidencias de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, abordó las posturas del empresariado frente a las reformas del programa de gobierno del Presidente Gabriel Boric. Según señaló en el programa Al Pan Pan de El Mostrador Radio, solo en ciertos niveles del empresariado “existe la sensación de que es crucial acordar cosas para que el país avance”.
En conversación con Mirna Schindler, Larraín aludió a la frase “dialogar hasta que duela” emitida por el Presidente Boric. Para el economista, “si dialogamos, pero no somos capaces de entregar posiciones legítimas, no vamos a llegar muy lejos”. Por lo tanto, a su juicio, se debe “dialogar hasta que duela, pero también dar hasta que duela”.
“El Gobierno está dando señales buenas, en materia económica, adecuadas. Hay un ajuste fiscal enorme, en materia tributaria ha dialogado bien, en materia previsional se está conversando mucho. Pero el Gobierno tiene que empezar a mostrar cartas, no obstante que ambos tienen que dar, tanto sector privado como gobierno, el que tiene el pandero de la negociación es el Gobierno”, señaló el exsuperintendente.
En ese sentido, dijo, “tiene que quedar claro qué es lo que está dispuesto el gobierno a dar y qué no”. Según Larraín, “sería razonable que el gobierno dijera, en materia previsional, que el ahorro es piedra angular del sistema, ya que para que haya ahorro tiene que haber multiplicidad de actores, donde puede haber un actor público, pero nada que genere monopolización”.
En tanto, el sector privado, agregó, “tiene que entender que la solidaridad el país no la entiende como ellos”. “Es una forma de transferir recursos de quienes más tienen, hacia quienes están en posición de mayor debilidad”, explicó.
“En ciertos niveles del empresariado, al menos muchos de los empresarios con los que converso, existe la sensación de que es crucial acordar cosas para que el país avance”, sentenció. Tal vez, complementó, no se logra todo lo que quieren, pero se puede seguir avanzando, “y si hay que corregir cosas se hace en línea de los acuerdos”.
Según el economista Guillermo Larraín, el tema tributario y el previsional son los más complejos para el empresariado y el gobierno. El tributario porque “hay muchos intereses en juego” y el previsional porque “hay mucha ideología en juego”.
“En materia tributaria, lo que tenemos que tener claro es que si uno mira la serie del gasto público y la serie de impuestos de recaudación, hay una tendencia al alza de incremento en gasto público sistemático, cuya fuerza motriz es la demanda por derechos sociales”, comentó.
“Eso va acompañado de un estancamiento de la recaudación, a pesar de las reformas que se han hecho”, añadió el académico.
Larraín manifestó que es hora de que el empresariado, pero también el país, entienda que no cuadra que tengamos un gasto público mayor que la recaudación. “Necesitamos una reforma tributaria que lo haga. La reforma, en el corto plazo, el Gobierno está bien, pero en el largo plazo, el gran desafío es que Chile tiene que cambiar su estructura tributaria, reducir el IVA y aumentar el impuesto a la renta”, planteó.
Y concluyó: “Se debe extender la cobertura del impuesto a la renta, que solo lo pagan el 20% más rico, a sectores más bajos y compensarlo con una baja del IVA. Eso nos dará viabilidad de financiamiento”.