Académicos coinciden en que la regla del 5% podría reducir la fragmentación política, aunque también podría generar conflictos internos en los partidos y favorecer a los partidos de derecha tradicional y al Partido Republicano. Se espera que esta regla produzca una reagrupación en el centro político y que los partidos más pequeños formen un conglomerado más grande o sean absorbidos por otros más grandes para evitar su desaparición. La propuesta del umbral probablemente será aceptada por el Consejo Constitucional, aunque con modificaciones, lo que podría llevar a una fusión de colectividades, pero no a la binominalización del sistema como han señalado algunos personeros políticos.
Si la nueva Constitución incluyera sin modificaciones uno de los artículos del anteproyecto elaborado y aprobado por la Comisión Experta, nueve partidos políticos, incluidos siete colectividades del oficialismo, arriesgan desaparecer de la faz de la arena política. Esto se debe a los resultados de la última elección, la del Consejo Constitucional, que contó de forma inédita con inscripción automática y voto obligatorio.
Quedarían sin representación parlamentaria y, por ende, se verían obligados a fusionarse o conformar nuevos pactos o coaliciones, según las urnas del 7 de mayo, Evópoli (4,8%), Revolución Democrática (4,33%), Partido Demócrata Cristiano (3,78%), Partido Por la Democracia (3,59%), Comunes (2,25%), Partido Radical (1,58%), Partido Liberal (1,17%), Federación Regionalista Verde Social (1,02%) y Acción Humanista (0,07%).
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“Sólo los partidos políticos que alcancen, al menos, un cinco por ciento de los votos válidamente emitidos, a nivel nacional, en la elección de los miembros de la Cámara de Diputadas y Diputados respectiva, tendrán derecho a participar en la atribución de escaños en cada rama del Congreso Nacional. El cálculo del porcentaje señalado se hará según el escrutinio general practicado por el Tribunal Calificador de Elecciones”, señala el artículo 48 del anteproyecto constitucional en el apartado de sistema electoral.
Los partidos afectados han reaccionado con preocupación, aunque llaman a permitir que se formen “coaliciones estables”. Así lo ha manifestado el timonel DC Alberto Undurraga, en tanto desde el PR y el PL con inquietud apuntan a que el umbral podría significar la vuelta al sistema binominal.
Actualmente, en el Congreso hay 21 partidos políticos y 39 parlamentarios independientes, lo que evidencia una clara fragmentación política. Además, hay otros movimientos políticos en formación que podrían querer competir por escaños. Académicos comparten la tesis de que el umbral del 5% ayudaría a evitar esta fragmentación, aunque descartan que se trate de un retorno al binominal.
María Cristina Escudero, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, comenta que la regla del 5% podría efectivamente reducir la fragmentación política, aunque también podría generar conflictos internos en los partidos al obligarlos a fusionarse con otros para alcanzar el umbral. A diferencia del binominal, explica, la regla del 5% no necesariamente propicia la formación de grandes coaliciones políticas, y se debe considerar que la cantidad de partidos que aspiran a los escaños depende de la cantidad de escaños que se elijan en cada distrito. La académica señala que esta regla podría favorecer a los partidos de derecha tradicional y al Partido Republicano, en base a las últimas elecciones, mientras que afectaría más al resto del espectro político. En general, se podría esperar que esta regla produzca una reagrupación en el centro político, aunque solo el tiempo dirá si esta tendencia se mantendrá en el futuro.
Rodrigo Espinoza, director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Diego Portales, señala que los partidos políticos con menor representación corren el riesgo de desaparecer en el actual contexto de fragmentación del sistema de partidos. Para evitar esto, sugiere que estos partidos pequeños formen un conglomerado más grande o sean absorbidos por partidos más grandes. Por tanto, considera como una fórmula intermedia establecer un umbral del 5% para pasar a la Cámara Baja, lo que evitaría la fragmentación política. El académico de la UDP añade que la propuesta del umbral probablemente será aceptada por el Consejo Constitucional, dada su actual composición con mayoría republicana, ya que estos se inclinan por reducir el número de escaños y disminuir la fragmentación, lo que podría llevar a una fusión de algunos partidos, pero no a la binominalización del sistema. Finalmente, destaca que la derecha tiene la oportunidad de reconfigurar el mapa electoral a su medida y construir un mapa electoral más favorable para sus intereses de mediano plazo pensando en La Moneda.
La doctora en Estudios Americanos y académica del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, Pamela Figueroa, concuerda con que aumentar el umbral de los partidos políticos podría contribuir a evitar la fragmentación en el sistema político, ya que se establecería un requisito más alto de votos para su existencia. Sin embargo, aclara que esta no es la única medida que se puede tomar, ya que los sistemas políticos son complejos y diversos dispositivos institucionales e incentivos interrelacionados pueden influir en su funcionamiento, como la conformación de coaliciones. La académica de la Usach sostiene que muchos partidos en Chile han obtenido menos del 5% de los votos debido a la gran cantidad de partidos presentes en el sistema político, lo que ha llevado a dicha fragmentación. Por tanto, la medida de aumentar el umbral puede ser vista como una dificultad electoral para aquellos partidos con menos votos, pero de todas formas considera que es una discusión que se debe seguir de cerca, especialmente después de las elecciones del Consejo Constitucional.
Cabe mencionar que Andrés Tagle, presidente del Consejo directivo del Servel, afirmó que los candidatos independientes tendrían dificultades para cumplir con el umbral del 5% en las elecciones parlamentarias, ya que es poco probable que obtengan suficientes votos en un solo territorio. Además, advirtió que si se les eximiera del umbral, muchos candidatos preferirían presentarse como independientes en lugar de afiliarse a un partido político, lo que sería incompatible con el sistema de partidos. Sin embargo, Tagle no ve problemas en que los independientes participen en otras elecciones, como las presidenciales, las de alcaldes y gobernadores regionales, o en los consejos regionales y municipales.
La norma establece que aquel legislador que renuncie al partido por el cual fue electo, perderá inmediatamente su escaño dentro del Parlamento. Esto, a propósito de que últimamente se volvió un vicio ocupar la plataforma de un partido para acceder al Legislativo y luego presentar la renuncia y declararse independiente. Los comisionados afirman que esta nueva norma aumenta la disciplina partidaria y deja fuera la política de los díscolos.