Los sobrevivientes de la población selk’nam iniciaron en 2014 los esfuerzos para ser reconocidos por el Estado como pueblo originario vivo. En 2020, lograron que la Cámara de Diputadas y Diputados aprobara por unanimidad la ley que los incorpora al registro de etnias nativas vivas de Conadi. Sin embargo, dirigentes del pueblo fueguino –conocido en todo el mundo por el genocidio que sufrió– afirman que en el Senado la moción está siendo frenada por las autoridades de Desarrollo Social, Giorgio Jackson y Rosa Catrileo, quienes han puesto –aseguran– una serie de trabas. En 2021, en la Comisión de DD.HH. de la Convención Constitucional, José Luis Vásquez Chogue, el entonces secretario de la Corporación Selk’nam, contó su historia y la de su abuelo, quien formó parte de la Misión Salesiana y sobrevivió al genocidio de su nación. “Siempre escuché en el colegio, y lo escucharon los hijos, nietos, bisnietos y tataranietos de Carmelo (su abuelo), que los selk’nam estamos muertos (…). Hemos crecido junto a ustedes, hemos caminado junto a ustedes, trabajado, levantando también este país, pero este Estado no nos reconoce, nos niega y se ríe de nosotros”, expresó en su oportunidad.
Para los más de 1140 selk’nam vivos, era un momento emblemático. El 24 de junio de 2020, en el Día de los Pueblos Originarios, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó por unanimidad su incorporación al registro de etnias nativas vivas reconocidas por el Estado.
El proyecto de ley tenía entre sus autores al entonces diputado Gabriel Boric y sus pares Jaime Bellolio (UDI), Amaro Labra (PC), Cristóbal Urruticoechea (Republicanos), Claudia Mix (Comunes), entre otros, y se aprobó por 148 votos a favor, 2 abstenciones y 2 pareos. Desde entonces quedó detenido en el Senado. Según explican a El Mostrador desde la comunidad fueguina, el proyecto de ley había tenido apoyo de la entonces ministra Karla Rubilar y su asesora de temas indígenas, Ana Millanao.
Sin embargo, desde la población ancestral selk’nam aseguran que en los últimos meses, bajo el nuevo Gobierno, el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, y su asesora de materias indígenas, Rosa Catrileo, han puesto escollos para una tramitación expedita de su reconocimiento.
De hecho, con motivo de la película chilena Los colonos, de Felipe Gálvez, presentada en el Festival de Cannes el lunes pasado, por los chats de los líderes del pueblo originario fueguino circuló el siguiente mensaje: “Con 10 minutos de aplausos desde Cannes el mundo se entera de que en Chile aún no se reconoce la existencia del pueblo Selknam. Solicitamos al ministro Jackson y a la encargada de la UCAI Rosa Catrileo no obstaculizar el proceso que se lleva a cabo en el Senado. A los senadores de Chile votar en favor de nuestra integración a la ley indígena chilena y el presidente Gabriel Boric a votar los esfuerzos para corregir esta injusticia”.
Minutos más tarde, en su página de Facebook, la Corporación Selk’nam mandó un mensaje a Jackson con motivo del señalado filme: “La ópera prima de Felipe Gálvez recibió cerca de diez minutos de aplausos tras su presentación en la selección Una Cierta Mirada del prestigioso festival de cine (…) @giorgiojackson”.
Pero los dirigentes ancestrales son todavía más duros contra el ministro. “Creemos que el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Giorgio Jackson, quiere poner escollos u obstáculos al reconocimiento selk’nam”, señala el asesor legal del pueblo originario fueguino, Ariel León, uno de los cuadros del Frente Amplio (FA) que más sabe de derechos indígenas.
El asesor legal frenteamplista no tiene dudas: “El ministro Jackson y Rosa Catrileo están complicando y obstruyendo la aprobación del proyecto de ley. Lo hacen, primero, señalando que se requiere de una consulta indígena. Eso nos dijeron en la reunión que sostuvimos en abril con ambos. Es absurdo, imagínese usted, si el pueblo mapuche se autorreconoce como tal, ¿qué tienen que opinar de ese autorreconocimiento los aymara o los rapanui u otros? Cada pueblo es independiente de los otros y el Estado tiene que proceder al reconocimiento de cada uno”, asegura a El Mostrador.
Ariel León relata que en la cita del 14 de abril en La Moneda, con el ministro Jackson, su jefe de gabinete, Diego Vela (RD), y su asesora, la exconvencional constitucional mapuche y actual jefa de la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas (UCAI), Rosa Catrileo, surgió un nuevo escollo desde el Gobierno. Lo llamativo es que se trató de una traba al proyecto por parte de la “hermana Rosa”, aseguran.
“Rosa Catrileo señaló en la cita que el proyecto selk’nam podría provocar la suplantación de la calidad indígena por personas que no son indígenas y que podrían reconocerse como selk’nam, como ocurrió al parecer, según la versión del Gobierno, con el pueblo chango y diaguitas. Y le explicamos que si hay alguna limitación que el Gobierno del Presidente Boric quiera ponerle a la acreditación del pueblo selk’nam, que lo hagan en el Reglamento de Acreditación de Pueblos Indígenas de la Conadi existente”, afirma León.
Según expone el experto en temas de derechos indígenas, el reglamento de la Conadi es un decreto que ya está dictado por el Ministerio de Desarrollo Social.
“Si el Gobierno le quiere agregar más requisitos y limitar la acreditación indígena, el ministro Jackson lo puede hacer por decreto fácilmente. No es materia de ley, es materia de reglamento. Tememos que el Gobierno del Presidente Boric pueda ser un elemento que retrase el proceso de reconocimiento selk’nam por opiniones jurídicas absolutamente infundadas y sustentadas en la mala asesoría de la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas al Ministerio de Desarrollo Social”, sostiene el asesor legal.
La presidenta de la Corporación Selk’nam, Hema’ny Molina Vargas, va un paso más allá en su reflexión. La “hermana Hema’ny”, como la llaman en Porvenir, Tierra del Fuego, cuenta que con mucho esfuerzo, comenzó con otras familias de su comunidad a buscar a los selk’nam vivos hace una década o más. Conocía la trágica historia de su abuelo secuestrado desde la isla siendo niño, hace menos de 150 años, por colonos.
También de la dolorosa muerte de otros familiares, sobre la base de diversos testimonios de la isla acerca del genocidio. Pero ella no habla de eso, porque hay un dolor latente. “La mejor reparación sería el reconocimiento de nuestros hermanos selk’nam como pueblo originario vivo”, señala, mientras cuenta también que prepara un libro sobre cómo ha costado llegar a ese reconocimiento por parte del Estado. Desde 2014 comenzó la búsqueda de sus “hermanos selk’nam”. En su comunidad han logrado determinar la existencia de al menos 12 familias de la etnia ancestral en Chile, cuyos miembros fueron vendidos como esclavos o “especies” para “zoológicos humanos” en Europa.
“La verdad es que no sentí apoyo del ministro Jackson ni de la señora Rosa Catrileo, fue una reunión cordial, pero una reunión en donde sentí que había cierta reticencia, de buscar alguna excusa para crear una demora más. En esa reunión nos transmiten que hay que hacer una consulta indígena, pero es absurdo que le hagan una consulta indígena a un pueblo que todavía no integra la ley. Tendrían que primero integrarnos a la ley. Es un tema ministerial, es una demora que no corresponde porque a los otros pueblos tampoco los demoraron, por esa razón no pueden hacernos una consulta indígena ni ver de qué manera se hace el reglamento. Jackson quedó en que se iba a ver el caso nomás, quedamos en eso, que iban a ver cómo se iba a implementar una vez que esté reconocido el pueblo”, señala Hema’ny Molina.
Y agrega: “Considerando que en la Cámara de Diputados se aprobó el 2020, la verdad es que ha sido desalentador, frustrante, porque hemos cumplido de forma respetuosa y a cabalidad todos los requerimientos para ser reconocidos y cumplimos las pruebas fehacientes. (…) Logramos con mucho esfuerzo que el Ministerio del Desarrollo, a través de la exministra Karla Rubilar, nos diera los recursos para solicitar el estudio respectivo. Se realizó, salió positivo y aún así nos han demorado mucho más de la cuenta”, confiesa Molina.
La líder selk’nam insiste en la creencia de “que hay cierta reticencia, no sé qué pasa con el Ministerio de Desarrollo Social, tuvimos la reunión con el ministro Giorgio Jackson, estaba también la persona a cargo de la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas (UCAI) y que era doña Rosa Catrileo. Le busca la quinta pata al gato para demorar este proceso de los selk’nam. Esa es la sensación que yo tengo. Entonces, ha sido frustrante porque nosotros ya hemos cumplido todo y ya está más que probado que la existencia viva del pueblo Selk’nam es real, estamos acá organizados, tenemos continuidad cultural. Ha sido frustrante el proceso, doloroso, en mi caso yo estoy lejos de mi hogar, estoy en Santiago, y vivo en mi Porvenir. Todavía estoy esperando respuestas. La reparación por el genocidio ocurrido contra los selk’nam, donde el Estado de Chile no hizo nada para evitarlo, es nuestro reconocimiento como pueblo. Mi abuelo, siendo un niño, fue sacado del lado de su madre y su hermano y entregado a una familia. Ha habido cosas muy dolorosas para nosotros”, relata Hema’ny Molina.
Además, agrega lo que llama “una cosa curiosa”. Según explica, las dos incorporaciones a la Ley Indígena anteriores, las changos (2020) y diaguitas (2006), fueron solo con un trámite en la Comisión de Derechos Humanos. Luego el pleno realizó su votación.
“A nosotros curiosamente nos derivaron a la Comisión de Gobierno Interior primero, donde tenemos tabla para el 30, de ahí tenemos que volver a hacer todo el trabajo para lograr que nos pongan en tabla en la Comisión de Derechos Humanos y, después, volver a hacer todo este ejercicio para que nos pongan en pleno”, señala.
Consultado el ministro de Desarrollo Social acerca de si había demora en la tramitación del reconocimiento de los selk’nam, manifestó que venía bajándose de un avión y que su oficina de prensa mandaría una declaración.
“Como Ministerio nos hemos reunido con miembros del pueblo Selk’nam y sabemos que es necesario que Chile como Estado avance en el reconocimiento de su existencia como tal. Hay numerosas voces que se han levantado dando cuenta de esta realidad y nosotros no hacemos oídos sordos. Sabemos de la dura historia que han vivido y por eso su reconocimiento es también un acto de reparación. El decreto 66 excluye al Congreso como órgano que deba solicitar informe de procedencia de consulta indígena. Y el reconocimiento que se está tramitando en el Congreso es a partir de una moción parlamentaria, por eso no ha habido consulta. Es el Congreso el que decide el camino de los proyectos, sobre todo cuando son mociones parlamentarias. Como Ministerio vamos a empujar su tramitación”, expresó la repartición en un comunicado ante las consultas de El Mostrador.
En 2021, ante la Comisión de DD.HH. de la Convención Constitucional, José Luis Vásquez Chogue, el entonces secretario de la Corporación Selk’nam Chile, contó su historia y la de su abuelo, quien formó parte de la Misión Salesiana y sobrevivió al genocidio de su nación.
“Me emociona estar aquí delante de ustedes. El nombre de mi abuelo era Koshpai, y fue cambiado por Carmelo. Ingresó a la misión en 1899, junto a su madre y tres de sus hermanos. Habitaron la misión con cerca de mil indígenas, en su mayoría selk’nam y nuestros hermanos kaweshqar. Su hermano Julio, Camilo y Juana, junto a su madre, fueron parte de los 25 que sobrevivieron al genocidio. Una vez que abandonó la misión en 1911 es entregado a una familia de colonos. Mi apellido Chogue es de origen francés. Siempre se me preguntó en el colegio de dónde era mi apellido, de dónde era yo, y yo siempre dije que era un selknam, un ona. Siempre escuché en el colegio, y lo escucharon los hijos, los nietos, los bisnietos y los tataranietos de Carmelo, que los selk’nam estamos muertos. Es muy doloroso, porque también nuestras familias abandonan esta tierra escuchando que estamos muertos. Es difícil decir quién soy porque este Estado no nos reconoce. No puedo decir quién soy con la frente en alto. Quisiéramos caminar libres. Hemos crecido junto a ustedes, hemos caminado, trabajado, levantando también este país, pero este Estado no nos reconoce, nos niega y se ríe de nosotros”, expresó en su oportunidad.