Eduardo Vivanco, militante radical, fue sacado de la cartera debido a que –el lunes de la semana pasada en la noche– estuvo aconsejando a Camila Polizzi, la excandidata a alcaldesa y a diputada hoy cuestionada por millonarias transferencias, parte de las cuales se usaron para comprar ropa fina y comer en distintos restaurantes. En su asesoría habría dicho que era necesario responsabilizar de lo sucedido a personas del Gobierno Regional del Biobío.
En medio de todas las variopintas aristas que tiene el caso Convenios, quizá una de las situaciones más peculiares es la que ocurrió en Concepción, donde se inició una investigación penal respecto de la inexistente fundación “Capital Social”, que se adjudicó cerca de 250 millones de pesos del Gobierno Regional para enseñar a los vecinos del sector Barrio Norte a limpiar bancas y mantener máquinas para hacer ejercicio (entre otras cosas), para lo cual la encargada del proyecto, Camila Polizzi –independiente, excandidata al municipio de esa ciudad por Comunes–, “arrendó” una fundación que sí existía, llamada “En Ti”. Como ya es conocido, buena parte de los dineros percibidos fueron entregados a un Organismo Técnico de Capacitación (OTEC) llamado Frumisal, constituido ad hoc por Sebastián Polanco, su pareja.
Polizzi, de 34 años, es sobrina de un conocido dirigente social del mundo de la izquierda penquista, Juan Polizzi, que por más de 30 años fue, además, la cabeza de una de las principales ONG de esa ciudad, el Taller de Acción Social y Sindical (Tasys). Por ende, su apellido es una suerte de marca registrada en el sur y a ello se sumó el hecho de que, como modelo, contaba con redes sociales con muchos seguidores (40 mil en Instagram), motivo por el cual en 2021 fue la candidata del Frente Amplio (FA) para las elecciones municipales de ese año. Sin embargo, el conglomerado le quitó el apoyo cuando dijo, en un debate en CNN Chile, que no apoyaba el aborto universal.
En 2022 fue candidata a diputada por el Partido Radical, pero no ganó un escaño. Ahora enfrenta una tormenta política y jurídica, como consecuencia de la autodenuncia que realizó uno de los socios de Frumisal, quien reveló que con los dineros que esta OTEC recibió efectuaron compras de ropa (incluyendo lencería fina) en tiendas como Zara, Ripley, Saville Row, Wados, Calandre, Mossimo, Intime, Todo Piel, H&M, y Anastassia. Asimismo, hay pagos a restaurantes como Gohan, Kunstmann, Cassis, Fina Estampa, Johnny Rockets y la Fuente Alemana, por un monto total que supera los 2 millones de pesos.
En medio de todo ello, el jueves se anunció la renuncia del ahora ex Secretario Regional de Gobierno del Biobío, Eduardo Vivanco. El medio digital www.sabes.cl, que “golpeó” con la noticia, aseguró que la abrupta salida de la autoridad regional se debió a que el lunes de la semana pasada se reunió en un restaurante penquista con Polizzi, a quien Vivanco aconsejó que culpara a determinadas personas del Gobierno Regional, a fin de deslindar responsabilidades. Sin embargo, dicha conversación llegó a oídos del gobernador Rodrigo Díaz (ex-DC), quien puso los hechos en conocimiento de la delegada presidencial, Daniela Dresdner –quien también ha sido cuestionada por sus vínculos anteriores con las fundaciones Democracia Viva y Urbanismo Social–, tras lo cual se pidió la salida de Vivanco, militante del Partido Radical y alguien muy cercano a Polizzi.
Por cierto, posteriormente Radio Bío-Bío dio a conocer el audio de un llamado telefónico en el cual Camila Polizzi dice al dueño de la fundación “En Ti” que “usted tiene que olvidar” y donde le agrega que debe saber que “usted puede guardar silencio”.