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Por decisión del consejo municipal, la calle Santa Mónica será renombrada como Jaime Castillo Velasco, en honor al exministro y fundador de la CChDH. A pesar de la noble intención, esta determinación ha causado un profundo dolor en el Comité Pro Paz, una entidad vital en la asistencia a las víctimas de la dictadura y vinculada a la posterior Vicaría de la Solidaridad, cuya emblemática sede se encuentra en esa intersección. El abogado Álvaro Varela, testigo de la historia en dicha calle, planteó la situación a la alcaldesa comunista a través de una carta, la que no fue considerada en la instancia municipal. Varela afirmó que esta medida también ha empañado el merecido homenaje al exministro Castillo Velasco y anticipó que buscarán vías legales para revertir la decisión.
El Consejo Municipal de la Municipalidad de Santiago, liderado por la alcaldesa y militante del Partido Comunista (PC) Irací Hassler, aprobó, con la mayoría de votos a favor, el cambio de nombre de ocho calles, tres plazoletas y un puente de la capital del país, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Una de las calles que será renombrada es Santa Mónica —entre General Bulnes y Ricardo Cumming—, la que pasará a llamarse Jaime Castillo Velasco, como reconocimiento al exministro de Justicia y emblemático fundador de la Comisión Chilena de Derechos Humanos (CChDH). Lo que el consejo municipal ignoró es que en dicha calle se encuentra la casa del Comité de Cooperación para la Paz o “Comité Pro Paz”, el que tras su disolución en 1975 fue sucedido por la histórica Vicaría de la Solidaridad, organismo vital en la asistencia a las familias y víctimas de la dictadura militar.
Reflejando el sentir de la entidad, Álvaro Varela, abogado especialista en Derechos Humanos (DDHH) y vicepresidente del directorio de la Fundación de Documentación y Archivo de la Vicaría de la Solidaridad, expresó no solo su preocupación sino también tristeza y dolor, ante la decisión tomada por el consejo municipal de Santiago.
“Para mi el de hoy es un día muy triste, se ha eliminado del mapa la calle Santa Mónica, lugar donde, junto a muchos otros, trabajé en la defensa de los derechos humanos durante los años más duros de la represión, lo que en el año 1974 me significó el secuestro y la tortura”, parte señalando el abogado Álvaro Varela en una carta enviada a la alcaldesa Hassler para manifestarle la inquietud de quienes han trabajado en Santa Mónica 2338.
“Quienes trabajamos en el Comité de Cooperación para la Paz consideramos que la Casa de Santa Mónica era el más grande de los símbolos de la lucha por los derechos humanos en la época de la dictadura. Ahí buscó refugio el señor Jaime Zamora, escapando de sus aprehensores de la DINA, lo que nos significó luego ser rodeados y cercados por sus agentes dirigidos por el propio Manuel Contreras; ahí acogimos el desgarro de los familiares al conocerse las listas de los 119; desde ahí salieron los buses con familiares a visitar a los presos de los campos de concentración; en fin, sería interminable narrar el significado de la Casa de Santa Mónica”, manifestó la misiva firmada por el abogado Álvaro Varela, quien lamenta que no solo no fueron escuchados por la municipalidad sino que además fueron “ninguneados”.
Ante la carta, la jefa comunal de Santiago acusó recibo. Sin embargo, el consejo municipal no la consideró para el cambio de nombre de la calle.
Cabe mencionar que, el mismo día de la votación del consejo, un grupo de vecinos se manifestó en contra del renombramiento de otra calle, Namur, argumentando que no se les consultó su opinión sobre rebautizar la calle. A través de un comunicado difundido por la Municipalidad de Santiago, el Colegio de Arquitectos modificó la propuesta presentada ante el consejo municipal, y no se cambió Namur por el nombre de la arquitecta Ida Vera Almarza, detenida desaparecida tras el Golpe de Estado.
Para Álvaro Varela, quien fue miembro del Departamento Jurídico del Comité y de la Vicaría, “es un día de dolor”, ya que reconoce que jamás imaginó que se “violentaría” así la memoria de la defensa de los Derechos Humanos. El abogado también lamentó que se empañe el homenaje que merece el exministro Jaime Castillo Velasco, a quien reconoce por acompañarlo en “tantas batallas que dimos”.
El abogado señaló a El Mostrador que estudiará las vías legales para revertir esta situación. De todas formas, habrá una manifestación a 50 años del 4 de octubre de 1973, día de la fundación del Comité Pro Paz.
La concejala Rosario Carvajal ha planteado la idea de declarar como Sitio de Memoria la casa ubicada en calle Santa Mónica 2338, por ser el lugar en el que se creó el primer organismo de derechos humanos de los familiares de las y los detenidos desaparecidos de la dictadura. No obstante, una vez hecha la solicitud, es el Consejo de Monumentos Nacionales —dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio— el encargado de la declaración.
