Una organización civil calcula que se vendieron 20.000 niños chilenos a Europa y Norteamérica, mientras que a las madres los militares y otros agentes del régimen les decían que sus hijos fallecieron tras el parto, sin dejarles ver sus cadáveres.
La organización Hijos y Madres del Silencio (HMS) lanzó este viernes una campaña internacional para la búsqueda de los miles de niños y niñas que fueron robados durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) y entregados a otras familias alrededor del mundo.
La iniciativa incluye, la exigencia al Estado chileno de una disculpa por lo ocurrido y un proyecto para recrear los rostros de estos pequeños con Inteligencia Artificial.
“Siempre me sentí atropellada porque fui la primera madre en Chile que denunció la adopción ilegal de dos de mis hijos. Todo el mundo tenía miedo a Pinochet”, explicó a EFE este viernes Ruth Cárdenas durante la presentación de la campaña internacional de búsqueda ´Los Hijos de la Dictadura´, en el museo de la Memoria y los Derechos Humanos de la capital chilena.
Por su parte, la fundadora y presidenta de la fundación HMS, Marisol Rodríguez, señaló a EFE que piden al “Estado que se haga cargo de esto, por justicia y por reparación”. Además, que quieren que se “haga una banca de ADN estatal y que pidan perdón, no solo Chile, sino todos los países involucrados como Francia, Italia, Suecia, y muchos más”.
Esta nueva iniciativa incluye la creación, a partir de la genética digital y la inteligencia artificial, la imagen de los hijos de los que nunca hubo fotos con la edad que tendrían hoy, con el objetivo de difundirlos y “que se encuentren con sus verdaderas familias”, detalló la organización, fundada en 2014.
La HMS calcula que se vendieron 20.000 niños chilenos a Europa y Norteamérica, mientras que a las madres los militares y otros agentes del régimen les decían que sus hijos fallecieron tras el parto, sin dejarles ver sus cadáveres.
“Mi madre lleva cuarenta años contando su triste historia y el Estado no tiene voluntad de reconocer el delito”, dijo a EFE Andrea Mercado, hija de Ruth Cardenás y hermana de los dos hijos robados durante la dictadura.
Amelia Flores tuvo en 1974 a su hijo, quien falleció tras dos horas de su nacimiento; pero ahora no sabe si realmente esa es la historia real.
“Mi hija, mi exmarido y yo llevamos tres años con la búsqueda de mi otro hijo, ahora hubiese cumplido cincuenta años. Solo necesito que me digan si de verdad murió, que me lo demuestren”, dijo Flores en una entrevista con EFE.
Al acto asistió también el expresidente de la Comisión Especial Investigadora de los actos de organismos del Estado, Boris Barrera. “Tengo sentimientos encontrados. Es bueno que esta organización se fortalezca con estos encuentros pero no sé si es como para celebrar, porque la idea es que no existan estas organizaciones porque no debieron haber existido nunca estas violaciones de los derechos humanos”, afirmó.
La directora del Museo de la Memoria y Derechos Humanos, María Fernanda García, explicó en su intervención que a lo que se enfrentan es “el horror del horror” de la dictadura, haciendo referencia a los niños y por lo tanto, a los más desprotegidos.
La dictadura de Chile duró 17 años y dejó más de 40.000 víctimas, entre ejecutados, detenidos desaparecidos, prisioneros políticos y torturados, según cifras de la comisión oficial que recopiló testimonios de víctimas y familiares. Más de 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado.
El Gobierno del actual mandatario, Gabriel Boric, lanzó una inédita campaña de búsqueda de detenidos desaparecidos que busca esclarecer el destino final de 1.469 personas, de las que solo se han encontrado 307.