Estos descubrimientos sobre los nombres originales de algunas calles, escondidos en distintos espacios de la capital, fueron compilados por los académicos de la Universidad de Chile, Carlos Navarro y René Larroucau, en un artículo.
Un día caminando por las calles de Santiago, el académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Carlos Navarro Clavería, descubrió una antigua placa con el nombre original de la calle.
Luego encontró más placas y, como un ejercicio de memoria, decidió agrupar y fotografiar cada una de ellas y compilarlas en un artículo titulado “Antiguas placas, antiguos nombres: Crónica de un intento de memoria en las calles de Santiago” en la revista “Cuadernos de Beauchef”, trabajo que publicó junto René Larroucau, abogado e instructor de Historia del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
“En poco tiempo las cosas van cambiando mucho, como que hay cosas que uno siente que son como muy ‘desde siempre’ y que van a durar para siempre. Entonces, esto es como una bitácora. Digamos que es dejar un registro escrito de que existió esto, y que eso para mí, que soy profesor de eléctrica, pero que también tiene que ver con imágenes, el registro histórico en imágenes, a mí me hace harto sentido de cosas que en este momento existen, pero que después puede que no existan”, comenta el profesor Carlos Navarro.
Para darle más visibilidad y hacer perdurar esta memoria histórica de la capital, el académico de Ingeniería Eléctrica también lanzó un sitio intecractivo donde los usuarios pueden buscar el lugar exacto donde están estas placas y visitarlas. Eso sí, hay que visitarlas pronto, cuenta el académico, porque en este periodo de 10 años desde que comenzaron a hacer el registro de las placas, “ya hay tres placas que ya no existen, una es la que estaba en Avenida El Rosario, que es justo donde está el ‘J’, el Hospital de La Chile y que cuando ampliaron la calle, borraron un pilar que tenía esta placa. También eliminaron otra en Portugal y otra en el Centro, cerca de la Plaza de Armas”.
“Efectivamente, hay muchas más calles que tienen un nombre mucho más antiguo, pero nos basamos en las que estaban con placa”, cuenta Carlos Navarro, quien añade que todas las placas encontradas son de calles que han cambiado su nombre. “La única que no ha cambiado su nombre es la Alameda, que cambió el nombre dos veces y se vuelve a llamar igual, nadie le dice Bernardo O’Higgins”, precisa.
El profesor explica que el paso del tiempo y, especialmente, los sismos en este país han hecho que este trabajo cobre mayor relevancia, al ir desapareciendo de a poco la historia que algunos muros guardan de la ciudad.
“Hay un montón de edificios que se han ido borrando y las calles, lo mismo. Lo que yo hago siempre es caminar por Santa Isabel y Santa Isabel es muy distinta desde que se hizo el Parque Almagro, entonces hay que imaginarse el Santiago que era hace 10 años, hace 20 años, hace 50 años y pensar que son Santiagos muy distintos a los que están ahora”.
Para revisar el mapa donde están ubicadas las placas fotografiadas, haz click AQUÍ.
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