República Dominicana construye muro fronterizo con Haití en medio de elecciones presidenciales
Luis Abinader, quien busca la reelección este domingo, asegura que esta construcción ha reducido delitos como el robo de ganado y vehículos hasta en un 80%.
En una playa paradisíaca de República Dominicana, una torre de hormigón emerge disruptivamente en el paisaje, marcando el inicio de un muro de 164 kilómetros que busca “proteger” al país de la inmigración ilegal, la violencia y el contrabando provenientes de Haití. Custodiada por militares armados y vehículos blindados en las áreas más conflictivas, esta estructura es una de las principales banderas del gobierno de Luis Abinader, quien busca la reelección este domingo.
El muro, con una base de concreto y una reja rematada con alambres, es promovido por Abinader como “una de las obras más importantes” que “transformará la República Dominicana”. El proyecto comienza en Pedernales, una localidad fronteriza con Anse-à-Pitre, Haití, que espera convertirse en un destino turístico. Aunque la violencia de las pandillas de Puerto Príncipe, ubicada a 140 kilómetros, no se percibe en esta zona, los controles fronterizos son más relajados comparados con otros puntos calientes como Jimaní, cercano a la capital haitiana.
El muro cubrirá 164 de los 340 kilómetros de frontera compartida entre los dos países. Con torres de vigilancia de 9 metros, una sección de hormigón de 20 centímetros de espesor y 1,50 metros de altura, seguida por una reja de casi 2 metros, Abinader asegura que la construcción ha reducido delitos como el robo de ganado y vehículos hasta en un 80% en algunas áreas. Además, ha prometido extender el muro a zonas montañosas de ser reelecto.
A pesar de las críticas de activistas, Abinader no enfrenta oposición significativa: su principal contrincante, Leonel Fernández, también apoya políticas migratorias estrictas, y el 70% de la población respalda la gestión del actual mandatario, según encuestas. Sin embargo, algunos locales dudan de la efectividad del muro en caso de un estallido de violencia en Haití.
Juan Del Rosario, experto en temas fronterizos, cuestionan la efectividad del muro. Según él, la infraestructura física y tecnológica no detendrá la presión migratoria, aunque admite que ha dificultado el contrabando de ganado. No obstante, el tráfico de drogas y armas sigue sin control. Además, la corrupción sigue siendo un problema: algunos comerciantes en Jimaní denuncian que los haitianos sobornan a los guardias para cruzar la frontera, lo cual convierte el muro en un negocio más que en una barrera efectiva.