Es autor de más de cinco libros, entre ellos, “Andrés Bello: libertad, imperio, estilo” (2019), que obtuvo el Premio Municipal de Santiago 2021, e investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP). Aunque aclara que “la Corte Suprema ha pasado por momentos mucho peores”.
El abogado y académico Joaquín Trujillo es profesor en las facultades de Derecho de la Universidad de Chile y de la Universidad de Santiago, y es autor de más de cinco libros, entre ellos, Andrés Bello: libertad, imperio, estilo (2019), que obtuvo el Premio Municipal de Santiago 2021.
Trujillo, que también es investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), analiza en esta entrevista con El Mostrador el complejo momento que vive el Poder Judicial y puntualiza: «La Corte Suprema ha pasado por momentos mucho peores» que el actual.
-¿Cuál es el estado de situación de la Justicia chilena?
-La situación de la Justicia chilena es compleja por lo siguiente. La Justicia es, de alguna manera, la parte del sistema que tiene la última palabra frente a los conflictos que se suscitan. Si esa última palabra se desprestigia, pierde credibilidad, eso involucra un deterioro, una reacción en cadena. La impunidad, por lo mismo, en todo orden de cosas, y no exclusivamente en los ámbitos que políticamente interesan, carcome, intoxica las relaciones humanas en general. Por eso es gravísimo el deterioro de la imagen de la Justicia. Es un síntoma alarmante.
-¿El peor momento de la Corte Suprema?
-La Corte Suprema ha pasado por momentos mucho peores. En el siglo XIX, la evaluación que hacía Andrés Bello de toda la judicatura era deplorable y, tan moderado como era, sostuvo que en este caso debía más que en ningún otro “emplearse el hacha”. En la historia reciente de Chile, lo que indicó el Informe Rettig fue muy grave, porque acusó que en los años del régimen militar hubo exceso de formalismo, en unos casos, y defecto, en otros, siempre en perjuicio de los derechos fundamentales involucrados. Algo de esto hay en el problema presente, pero al revés. Los derechos fundamentales, que fueron creados para proteger lo más sagrado de la especie humana, terminan convertidos en formalismos ideológicos. Mientras eso ocurre, el sistema es incapaz de mantener niveles de seguridad mínimos. Exceso, por un lado; defecto, por el otro.
-¿Qué rescatarías de nuestro Poder Judicial?
-Nuestro Poder Judicial se ha actualizado en la incorporación de tecnologías. Muchas de las antiguas opacidades que le eran características han tendido a desaparecer gracias a eso. Aunque hay aspectos que mejorar, la Academia Judicial, que es la vía a través de la cual ingresan nuevos jueces, ha significado un gran aporte.
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