Inspirada en estos relatos y numerosos documentos históricos, el autor combina realidad con ficción para retratar a una mujer que se enfrentó a las reglas impuestas por su época y que escandalizó a la sociedad de su tiempo.
Después de una década el reconocido escritor Arturo Fontaine regresa a la literatura con “Y entonces Teresa”. La novela aborda la vida de Teresa Wilms (1893-1921), una mujer cuya historia marcó su tiempo al desafiar las normas sociales.
Vinculado familiarmente con la protagonista, Fontaine, escuchó desde niño las historias que le contaba su abuela materna sobre Teresa Wilms. Inspirada en estos relatos y numerosos documentos históricos, el autor combina realidad con ficción para retratar a una mujer que se enfrentó a las reglas impuestas por su época y que escandalizó a la sociedad de su tiempo.
Fontaine reconstruye a esa mujer compleja, independiente, apasionada y de espíritu libre inserta en la elite enconsertada de Chile a principios del siglo XX. El relato describe los paisajes urbanos y rurales del país así como construye los interiores emocionales de sus personajes.
La artista, casada y con hijas, tenía amores apasionados y fue encerrada en un convento del cual escapó. Viajó a Buenos Aires acompañada por del poeta Vicente Huidobro, y vivió en Madrid y París, donde se suicidó. Tenía 28 años. Publicó libros de poesía.
Esta novela se fue tejiendo a partir de documentos diversos —de Teresa y otros— pero sobre todo, a partir de los relatos que el escritor oyó de viva voz de familiares suyos, testigos directos de ese tiempo y de esas vidas reales.
“En esta novela habla una época, una mujer y un deseo. Es la trama de una pulsión de ruptura, representada en la vida de la escritora Teresa Wilms que encuentra cauce en la liberación femenina, pero cuyo corolario es la pérdida y el sacrificio. El contexto del drama es la cultura de la alta burguesía del Chile de inicios del siglo XX y sus ideologías de género. Los valores, prácticas e imaginarios asignados a las mujeres y a los hombres no soportan los desbordes sexuales, amorosos -y los impulsos creadores- de ellas; sin embargo, ellos son habitantes de los privilegios de clase, de los espacios aparentemente libres del goce y la trasgresión pautada. Teresa Wilms es la metáfora de la rebelión que no produce sino muerte, del amor que languidece en la enfermedad y la adicción, de la literatura femenina y de la maternidad castigada en función de la reproducción de un cierto orden social”, señala Sonia Montecino, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales.
Por su parte, la historiadora Lucía Santa Cruz asegura que es “un libro imposible de dejar de leer una vez que se comienza”.
“Con una prosa bien construida pero entretenida y un humor sutil nos ofrece un retrato agudo de una época histórica que oscila entre la tradición y la modernidad, efervescente de cambios y desafíos nuevos, especialmente para las mujeres. Nos hace navegar por el complejo y tumultuoso mundo de las relaciones amorosas y las infinitas complejidades del amor en sus distintas facetas y nos hace llorar con su trágico desenlace”.
En tanto, la escritora Carta Guelfenbein dice que la obra “nos remite a las grandes novelas del siglo XX. Como Tolstoi en Anna Karenina, Fontaine entra en la conciencia y el alma de una mujer con una lucidez y profundidad descarnadas. El matrimonio, la pasión, la maternidad, las convenciones, el ostracismo social, todas estaciones por las cuales Teresa, como Anna, debe pasar en su viaje hacia la redención final. Con un oído implacable para captar hasta los más sutiles vaivenes del corazón de una mujer y de una época, Fontaine ha construido una novela entrañable donde solo hay verdad”.
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