El insecto se encuentra en gran parte de América Latina y pese a que popularmente la gente le teme, este es menos inofensivo de lo que las personas creen.
En los últimos días, se ha notado con mayor frecuencia la presencia de un insecto especial en los jardines de Santiago. Hablamos de la vinchuca, insecto que está presente desde la Región de Arica y Parinacota hasta la Región de O’Higgins.
Conocido en otros lugares como chinche o chinchorro y está señalado como el principal transmisor de la enfermedad de chagas.
La enfermedad de chagas es una “afección parasitaria, sistémica y crónica”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se transmite a través la vinchuca y por contacto con las heces o la orina infectadas de dicho insecto, el que suele picar en zonas expuestas de la piel (como la cara) y estas defecan u orinan cerca de la picadura.
Luego, cuando la persona se frota, los parásitos penetran en el organismo a través de la lesión.
El Instituto de Salud Pública (ISP) recomienda contactarse con la oficina de Zoonosis y Vectores de la SEREMI de salud de la región. Ellos enviarán los insectos al ISP, donde serán analizados por el Laboratorio de Referencia de Entomología.
Según datos proporcionados por el Gobierno de Chile, en su sitio web, la sintomatología de la enfermedad de chagas son: fiebre, hinchazón, tos, lesiones cutáneas y dolor abdominal o de cabeza. Además, “esta enfermedad se puede curar, si el tratamiento, se administra en la fase aguda de la enfermedad, al poco tiempo de producirse la infección inicial. En la fase crónica en adultos, un tratamiento antiparasitario puede mejorar la evolución de la infección”.
De manera preventiva ante la propagación de la enfermedad, el ISP recomienda utilizar insecticidas para eliminar los insectos y reducir el tiempo de transmisión.