
Los calculos del “gallo de pelea” para romper su silencio político en defensa de hijo, nuera y nieto
Después de años de bajo perfil tras tres candidaturas presidenciales fallidas, Joaquín Lavín Infante, exalcalde de Santiago y Las Condes, ha vuelto a la política para defender a su nuera y su hijo. En la UDI reconocen que tiene cercanía con el presidente del partido, pero que no sería candidato.
Después de cuatro años cultivando un bajo perfil público, tras su tercera candidatura presidencial fallida, el exalcalde de Santiago y Las Condes, Joaquín Lavín Infante -el único hombre de la UDI que derrotó en una elección a Michelle Bachelet, cuando ambos postularon a la alcaldía de La Condes en 1996- volvió hace unas semanas a la arena política. Cuando parecía haberse retirado a los cuarteles de invierno -a pesar de no haber llegado a ser uno de los coroneles de Suecia 286-, el “gallo de pelea” de 1989 rompió su silencio para fortalecer la defensa política, mediática y judicial de Catherine Barriga y su esposo el diputado Joaquín Lavín León (UDI).
“No quería que la UDI los tratara como él fue tratado después de cada derrota como candidato presidencial”, señala uno de los hombres políticamente más cercanos al tres veces exabanderado presidencial de la UDI y exministro de Educación.
Lavín padre, explican en su sector, salió del silencio político porque “sentía que debía defender públicamente a la pareja”, su nuera la exalcaldesa de Maipú y a Lavín Jr., en el marco del escándalo por la investigación sobre fraude al fisco que Ministerio Público investiga, en el periodo en que la exbailarina de Mekano administraba esa comuna.
El exalcalde había seguido el caso de su nuera desde el inicio, pero -según conocedores del caso- había estado más como un consejero prudente de la pareja, pese a su experiencia más de 35 años en política, ya que “su cabro, poco hace caso”.
Según explican en el entorno conocedores del caso, el exlíder de la UDI, era poco escuchado por la pareja Lavín Barriga, pese a su dilatada experiencia en política. Sin embargo, en las últimas semanas el escenario había cambiado de tal forma, que Lavín resolvió involucrarse un poco más. Las menciones a su nieto, uno de los más “regalones” del exalcalde colmaron su paciencia.
En su entorno familiar, si bien consideran que Lavín Infante tenía un juicio crítico de cómo su nuera y su hijo estaban abordando el caso en lo judicial y en lo político, también consideraba que la Fiscalía mantenía imprecisiones en su investigación, que el abogado de Barriga, Cristóbal Bonacic, tenía un desempeño que no estaba siendo exitoso y que desde el Frente Amplio había un aprovechamiento político que había superado todos los límites.
Según explican en el sector, Lavín percibía el dolor de su nieto debido a la ausencia de su madre, la cual mantenía prisión preventiva desde hace semanas por ser un “peligro para la sociedad”, lo que a juicio del exalcalde era un despropósito. A eso se sumó la aparición de la arista de Joaquín Lavín Jr, quien reconoció fraude y devolvió dinero al Congreso por rendición de facturas, lo cual añadía una dimensión adicional a la controversia familiar. Todo lo anterior lo hicieron enviar una carta al diario El Mercurio y dar varias entrevistas para referirse al tema.
“Calificarla de ‘peligro para la sociedad’, como dice la última resolución, es una locura. ¿Que podría reiterar los delitos (si los hubiera)? Obvio que no si ya dejó de ser alcaldesa hace cuatro años. ¿Que puede entorpecer la investigación? Estuvo 10 meses en arresto domiciliario total y nada de eso ocurrió. ¿Que hay peligro de fuga? ¡Imagínese el lector! Ella pone un pie fuera de su casa y la siguen caravanas de autos con cámaras de TV”, argumentó el padre del diputado Joaquín Lavín en la carta a El Mercurio.
No obstante, los últimos meses del “gallo de pelea” habían sido difíciles también por varios motivos. Tras salir del gobierno de Sebastián Piñera, retomó sus actividades de docencia prácticamente a jornada completa en la Universidad de Desarrollo. En esta casa de estudios realizaba clases en la facultades de economía en las sedes de Santiago y de Concepción, y también participaba en charlas motivacionales y de políticas públicas en dos o tres posgrados.
En eso se encontraba, cuando en 2024 se le encontró un tumor en el estómago, que golpeó a la familia. En su círculo íntimo explican qué es un hombre fuerte y que se abocó a sus tratamientos. A fines del año pasado se le extirpó un tumor, y mientras realizaba sus tratamientos adicionales propios de la enfermedad, en paralelo comenzó a involucrarse en la defensa judicial, política y mediática de los padres de su nieto.
Según explican, para Lavin Infante no había dudas: no había dolo en la administración de Barriga en Maipú, los montos que se le adjudicaban extraviados eran considerablemente menores y el principal error en la gestión de Barriga era el uso de ítem mes de un sector para otro sector municipal, de forma incorrecta, pero que a su juicio es una realidad común en varios municipios cuando un Alcalde llega y se encuentra con un escaso presupuesto.
A la familia Lavín tampoco le caía bien qué programas de farándula comenzarán a meterse en el caso abordando frivolidades como la relación entre la pareja; los desnudos de su nuera en el Only Fans y especulaciones sobre su vida en reclusión parcial total, donde incluso Barriga realizó jornadas de Step y aeróbica.
Asimismo, en el diagnóstico del Lavinismo había una fuerte molestia con el nuevo alcalde Tomás Vodanovic y el Frente Amplio. Esto por lo que consideran había “hecho campaña durante cuatro años cuestionando la gestión de Barriga yendo más allá de ciertos códigos políticos”.
Del mismo modo, sentía que el partido había tomado demasiada distancia de uno de sus diputados y de una exalcaldesa estrella a la que, a su juicio, “habían promovido y convencido para postular a algo en lo que no tenía experiencia”, cómo es la administración de Maipú, la segunda comuna con mayor cantidad de lectores del país.
En la UDI reconocen que Lavín Infante y el presidente del partido Guillermo Ramírez mantienen cercanía. Sin embargo, sostienen que sería prematuro aventurar si “el gallo de pelea” podría ser candidato al Congreso.