El juez Carlos Ulloa cobró el penal y Gustavo Canales no perdonó al meta Lucas Giovini. Fue el 1-0 definitivo y el desahogo de los más de 44 mil hinchas que el sábado repletaron el Estadio Nacional.
El partido expiraba, Colo Colo empataba sin goles en Valparaíso con Santiago Wanderers y Universidad de Chile, pese a su mayor contundencia ofensiva y múltiples llegadas, no lograba dar con la fórmula para abrir el cerrojo de Unión La Calera, que había llegado al Estadio Nacional con una sola misión: no perder.
Pero un centro del capitán José Rojas se encontró con el brazo de Mario Berríos dentro del área a sólo dos minutos que terminara el tiempo reglamentario. El juez Carlos Ulloa cobró el penal y Gustavo Canales no perdonó al meta Lucas Giovini. Fue el 1-0 definitivo y el desahogo de los más de 44 mil hinchas azules que repletaron el coliseo deportivo ñuñoino.
De ahí en adelante todo fue festejos: Wanderers abrió la cuenta sobre Colo Colo, marcador que en los descuentos aumentó a 2-0, sellando así la suerte de un campeonato de infarto que llevó a Universidad de Chile a la obtención de su 17° estrella.