El cuadro de Pablo Guede ganó por la cuenta mínima a Nacional de Montevideo, en el primer partido de la llave que busca al último clasificado al Grupo 5 de Copa Libertadores. El equipo chileno viajará a Uruguay con buenas opciones de conseguir una histórica clasificación.
En Copa Libertadores, ganar 1 a 0 de local en el partido de ida es un resultado muy valioso, porque en la vuelta, marcando un tanto obligaría al rival a convertir tres.
Ese es el resultado que obtuvo Palestino en Santa Laura frente a uno de los dos gigantes de Uruguay: Nacional de Montevideo. Una pequeña ventaja, que si se sabe administrar, podría significar la clasificación del conjunto chileno a la fase de grupos, donde tendría que debutar frente a Boca Juniors, otro grande del continente.
El partido comenzó con un Palestino tímido, que no encontraba los caminos para iniciar los avances. Fueron cinco minutos en que los chilenos prácticamente no pisaron el campo adversario. Nacional poco a poco comenzó a replegar sus líneas, pero igual se las arregló para propiciarse las oportunidades más claras de la etapa inicial, como la de Juan Manuel Díaz, que estrelló el balón en el vertical izquierdo de Darío Melo.
Cuando el elenco de La Cisterna comenzaba a tomar las riendas del encuentro, el paraguayo Antonio Arias expulsó al central Diego Polenta, a los 34 minutos, en una decisión absolutamente exagerada. La cartulina amarilla era el castigo justo para el jugador del Bolso, que le dio una “caricia” a Marcos Riquelme. En ese momento el entrenador Álvaro Gutiérrez entendió que lo más importante de la noche era no recibir goles.
Palestino intentó aprovechar el hombre de más y adelantó sus líneas. En el primer tiempo tuvo el control de posesión, sin embargo, jamás pudo inquietar al buen arquero Gustavo Munúa.
En el complemento, el equipo chileno siguió buscando y poco a poco fue martillando a su rival. El ex golero de La Coruña comenzó a evitar la apertura de la cuenta, que era más que merecida ya promediando la etapa. Guede ordenó los ingresos de Felipe Campos y Esteban Carvajal, que le dieron frescura en los ataques por el sector izquierdo y mayor equilibrio en el mediocampo.
A los 68 minutos llegó el desequilibrio para Palestino, gracias a una buena jugada colectiva que finalizó con una tremenda definición de Diego Rosende. Su remate desde fuera del área dejó sin posibilidades al arquero.
La asistencia de Diego Chávez fue impecable, porque amortiguar el balón con una sutileza en plena área uruguaya no es algo fácil, y él lo hizo. El pase fue bien aprovechado por Rosende que le dio la victoria a un equipo que volvía a disputar el principal torneo continental de clubes después de 36 años.
Antes del tanto, sin embargo, el árbitro cometió otro gigante error que volvió a perjudicar a Nacional. El arquero chileno abandonó su área y cortó con mano un ataque del Bolso, pero Arias dejó seguir. Cuando terminó la jugada, los futbolistas y el entrenador visitante exigieron la merecida expulsión, pero el juez desestimó.
Los uruguayos se pueden sentir perjudicados por el arbitraje, y tienen argumentos para sostenerlo, porque los errores condicionaron sus aspiraciones de ir por más en Santa Laura. El equipo chileno, sin embargo, ganó bien el primer partido de una llave que se pudo haber cerrado en Santiago, porque Palestino tuvo oportunidades para anotar alguno más, pero Munúa evitó nuevos festejos chilenos.
El triunfo no sólo alegró a los hinchas nacionales, sino que a la comunidad palestina de todo el mundo, pero especialmente a la del Medio Oriente, donde se pudo seguir el encuentro a través de la cadena de televisión Al Jazeera. En diciembre de 2014, la máxima autoridad del estado Palestino, el Presidente Mahmoud Habbas, había calificado al equipo de La Cisterna como la segunda selección nacional de su pueblo.
El encuentro de vuelta se jugará el 12 de febrero en la cancha del Parque Central, partido que se disputará sin público por una sanción que pesa sobre el equipo uruguayo. La hinchada de Nacional siempre ha sido importante en este tipo de encuentros, porque empuja al equipo a conseguir el triunfo y además, por momentos logra amedrentar a los rivales.
Palestino tendrá la oportunidad de trabajar con la desesperación de sus rivales y para eso, de acuerdo a Pablo Guede, no deben salirse del libreto que mejor conocen: “Si hacemos nuestro juego tenemos posibilidades de pasar. Si no lo hacemos, no tenemos ninguna”.