21 DE NOVIEMBRE DE 1973: la Selección Chilena selló su clasificación al campeonato mundial de fútbol de 1974 en Alemania con la no presentación de Unión Soviética en el estadio Nacional. Tras igualar 0-0 en septiembre de ese año en Moscú, Chile se abocó a preparar el decisivo partido clasificatorio a jugarse en Ñuñoa. Tras una serie de desmentidos, en que incluso se llegó a ver a los rusos en países vecinos al nuestro, finalmente no aparecieron por Santiago, en rechazo del golpe de estado que afectó a Chile el 11 de septiembre de 1973 y que significó el uso del recinto deportivo como centro de detención, tortura y fusilamiento de prisioneros. En paralelo, la Asociación Central de Fútbol pactó un partido ante el Santos de Brasil (sin Pelé) que se realizó finalmente y en el que los brasileños derrotaron a La Roja por 5-0. Con el tiempo, la jugada encabezada por la ofensiva chilena, que avanzó sin obstáculos tras haberse interpretado los sones del himno nacional por el orfeón de Carabineros, y finalizó con el gol “del honor” de Chamaco Valdés, hizo que el juego se denomine “El partido de la vergüenza”. Ello, por el uso político que se le dio a fin de servir al régimen de Pinochet para considerarlo un triunfo más sobre el comunismo, tras haber derrocado al gobierno de Salvador Allende.
21 DE NOVIEMBRE DE 1993: Luka Tudor se inscribió en la historia grande del fútbol chileno al convertir siete goles en un partido. El registro lo consiguió en San Carlos de Apoquindo ante Deportes Antofagasta, en el partido que Universidad Católica venció por 8-3. El goleador de la jornada anotó tres goles en el primer tiempo y redondeó su faena con cuatro conversiones más en el complemento. Incluso, la UC tuvo un penal que podría haber abultado aún más el registro de Tudor, sin embargo Rodrigo Barrera estrelló el tiro en el poste, aunque posteriormente se redimió señalando el restante gol de los cruzados. Por Antofagasta anotaron Mario Vener, Rubén Vallejos y Rodrigo Córdova. Además de los goleadores de la jornada, Universidad Católica (en aquel momento subcampeón de América) alineó a Óscar Wirth, Raimundo Tupper, Mario Lepe y Ricardo Lunari entre otros. El partido fue observado por 11.722 espectadores en una soleada mañana en la precordillera.
COMPACTO CON LOS GOLES
