El presidente de la ANFP, Pablo Milad, manifestó su postura, donde indicó que “no acepta” esta movilización arbitral. El timonel no descartó la contratación de jueces extranjeros o el ascenso de árbitros del fútbol joven. Esto para evitar la postergación de las fechas de las distintas divisiones profesionales.
El conflicto entre el Sindicato de Árbitros del Fútbol Profesional Chileno y la ANFP llegó a su punto máximo. El gremio decidió en una reunión extraordinaria realizada en la noche de ayer que se van a paro indefinido, denunciando una mala gestión por parte de la Comisión de Árbitros encabezada por Javier Castrilli.
En una votación que contó con 102 votos a favor, 54 abstenciones y cero en contra, el gremio de árbitros decidió está controversial decisión que sacude al fútbol chileno. Este punto cúlmine llegó luego de días de advertencias del sindicato y el posterior despido de 11 jueces, hecho inédito en el balompié criollo.
La agrupación sostuvo que recién se sentarán a conversar con la ANFP solo si despiden a Castrilli y su equipo de trabajo y la restitución de los árbitros despedidos. El gremio se ha mostrado disconforme con la labor del presidente de la Comisión de Árbitros, debido a los cuestionamientos públicos que ha realizado Castrilli a los referís y el despido de más de una decena de jueces, entre los que se encuentran los internacionales Julio Bascuñán, Piero Maza y Nicolás Gamboa.
El presidente de la ANFP, Pablo Milad, manifestó su postura, donde indicó que “no acepta” esta movilización arbitral. El timonel no descartó la contratación de jueces extranjeros o el ascenso de árbitros del fútbol joven. Esto para evitar la postergación de las fechas de las distintas divisiones profesionales.