Con esta derrota, Garín se quedó a un paso de igualar su mejor marca en un Grand Slam, los octavos de final de Roland Garros y de Wimbledon que alcanzó en 2021.
El tenista chileno Cristian Garín cayó eliminado este sábado en tercera ronda del torneo de Roland Garros al perder ante el ruso Andrey Rublev en cuatro sets por 6-4, 3-6, 6-2, 7-6 (11), en un encuentro que pudo haber ganado, según lamentó después.
Rublev, número 7 mundial, impuso su mejor juego y calidad, aunque no sin esfuerzo, ante un Garín que ofreció toda la resistencia que pudo ante su rival, en un duelo que se alargó durante tres horas y nueve minutos.
Sin embargo, Garín cometió 58 errores no forzados por 38 del ruso, quien además logró 10 saques directos frente a 4 del chileno, quien también falló algunas voleas francas junto a la red.
«Tuve mis chances de ganar hoy», lamentó en declaraciones posteriores a la prensa y consignadas por EFE, en las que rememoró sobre todo el intenso «tie break» de la cuarta manga, en la que ambos tuvieron varios puntos de set de forma alterna antes de que se decantara del lado del ruso.
«Me queda la sensación del cuarto set, de las chances que tuve», admitió, aunque reconoció que Rublev «jugó a un gran nivel».
Con esta derrota, Garín se quedó a un paso de igualar su mejor marca en un Grand Slam, los octavos de final de Roland Garros y de Wimbledon que alcanzó en 2021.
Cristian Garín, que ocupa el lugar 37 en la clasificación ATP, salió frío a la pista y perdió su saque en el primero juego, lo que le puso a remolque desde el inicio del encuentro.
A partir de ahí, ambos tenistas, que tienen entrenadores españoles (Fernando Vicente el ruso y José Vendrell el chileno), protagonizaron un intercambio de golpes con detalles de clase, y cada uno mantuvo su saque hasta el final del primer set, que fue para el ruso.
El chileno, ganador del Roland Garros Junior de 2013, salió más entonado en la segunda manga y se anotó el primer juego con su saque.
Se volvió al intercambio de juegos, en ocasiones con puntos larguísimos de mucha calidad (el más extenso fue de 23 golpes), hasta que Garín rompió el servicio del ruso para ponerse 5-3 y a partir de ahí logró el set sin problemas.
Tras una fase de juego muy sólido, Rublev rompió el saque de Garín para ponerse 4-2 en el tercer set, en un momento de dudas del chileno, que vio cómo su rival ponía la directa y ganaba la manga por 6-2.
Garín volvió a la cancha dispuesto a cambiar la situación y se puso rápidamente 0-3, tras dos roturas del servicio de su rival. Fue el peor momento para el ruso, quien sin embargo se recuperó y ganó los cuatro juegos siguientes.
La auténtica montaña rusa que fue el cuarto set se prolongó hasta el «tie break», en el que ambos tenistas pudieron ganar. El desempate fue maratoniano y terminó decantándose del lado del ruso, por un emocionante 13-11.
Sin embargo, Garín pudo haber resuelto a su favor esa cuarta manga, pero falló algunos golpes fáciles en la red que le condenaron.
«Fue un gran partido», recapituló Garín, quien aseguró que se va satisfecho de que ha jugado con «un muy buen nivel», lo que le permite afrontar con optimismo la temporada de hierba, en la que disputará dos torneos antes de Wimbledon.
El chileno insistió, como ya ha hecho anteriormente en este torneo, en la mejora que ha notado tanto a nivel técnico como físico que ha experimentado desde que a comienzos de este año cambió de técnico. «Estoy tranquilo del nivel que tengo», aseguró, aunque no dejó de reconocer que hoy «fallé bastante».
Rublev se enfrentará en octavos de final al italiano Jannik Sinner, número 11 mundial.