La jugada en cuestión se dio antes del gol de Lautaro Martínez a los 88′. Giovanni Lo Celso estaba en una polémica posición en el rebote previo a la anotación del delantero del Inter. Sin embargo, desde el VAR le indicaron al réferi uruguayo: “Carlos, escúchame, tengo una situación fina del jugador número 16. El que hace el rebote hacia atrás, para mí está habilitado”.
Ante los reclamos de chilenos y argentinos, el uruguayo solo comentó que “no tiene nada que ver acá”. Finalmente, el ecuatoriano Carlos Orbe, encargado del VAR, le indicó a Matonte: “Está la cadera del guardameta”, señalando que el gol estaba en posición válida. Las imágenes mostradas en la televisión no ofrecían una clara evidencia, lo que generó más controversia en las redes sociales.
No solo el gol
También se criticó al réferi por su permisividad durante el juego. Los jugadores de ambas selecciones fueron críticos con su actuación. Aunque los audios liberados por la Conmebol solo se refirieron a jugadas contra los futbolistas albicelestes, se pasaron por alto las faltas contra los nacionales.
Las faltas más reclamadas por La Roja fueron el manotazo de Cristian Romero a Víctor Dávila en el área chica y la plancha de Rodrigo de Paul a Gabriel Suazo, que terminó siendo atendido por los médicos de la selección chilena.
Aunque la falta que dio vuelta al mundo fue la de Nicolás González contra Mauricio Isla en el área chilena, y que no tuvo ni siquiera tarjeta amarilla. El argentino, desde el suelo, le agarró los pies al “Huaso” para que no avanzara con el balón, cortando una posible jugada nacional.
Los árbitros del juego fueron los uruguayos: Andrés Matonte (principal), Nicolas Tarán y Carlos Barreiro (líneas), Gustavo Tejera y Pablo Llanera (4 y 5 arbitro). Mientras que en el VAR estaban los ecuatorianos: Carlos Orbe y Christian Lescano.