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Centenario albo totalmente manchado ANÁLISIS Agencia Uno: Archivo

Centenario albo totalmente manchado

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Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Los albos expuestos a sanciones y con un rendimiento paupérrimo en la Libertadores, quedando fuera de todo torneo internacional, además de quedar sin chances en Copa Chile, volvieron a demostrar que aún peor se puede estar.


Era un año muy especial para los albos. El del centenario, esa celebración que tanto se esperaba, para tirar la casa por la ventana literalmente. Todo eso en un par de meses se enredó y tiene a Colo Colo sumido en una de las crisis más grandes de su historia.

La eterna guerra civil entre los dos bandos más importantes del directorio albo, los grupos Mossa y Larraín Vial, no paran de hacerse zancadillas y entorpecer la labor de uno y otro. Y en el medio el Club Deportivo y Social que pasa a ser moneda de cambio a la hora de los votos.

A todos estos problemas, se suma la lamentable muerte de dos hinchas el 10 de abril. De ahí en adelante todo ha sido aún más convulsionado en la interna.

Los albos expuestos a sanciones y con un rendimiento paupérrimo en la Libertadores, quedando fuera de todo torneo internacional, además de quedar sin chances en Copa Chile, volvieron a demostrar que aún peor se puede estar.

Tras la derrota ante Racing, se dio a entender claramente que el ciclo Almirón llegaba a su fin. Sin embargo, en un nuevo papelón de todo el directorio, se mandató a Mossa para intentar terminar el vínculo con el entrenador. Y que ha pasado. Nada. Almirón hasta la fecha sigue entrenando y dirigiendo a los albos.

Todo el manual de hacer mal las cosas, Colo Colo o bien dicho mejor, sus dirigentes, lo han escrito en estos meses. Miopes y dedicados a sus intereses personales, dejando de lado toda la historia y grandeza del equipo popular, han ido socavando la credibilidad y sensibilidad de los hinchas, que han visto como su amado equipo está en las primeras planas por escándalos, malas decisiones y un rendimiento deportivo bajo.

Y para rematar todo esto, pasa lo del caso Almirón. ¿Cómo estará la cabeza del técnico tratando de planificar los partidos a sabiendas que piden su cabeza? ¿Cómo toman los jugadores estas determinaciones si en algunos días más capaz que no esté o siga el argentino? No hay respuestas ni certezas. No hay armonía ni convicciones en todas estas decisiones.

Todo lo han hecho mal. Y puede ser aun peor.

 

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