Yaneth Molina, quien fue apartada del cargo temporalmente para ser atendida por psicólogos, escribió una carta agradeciendo el apoyo recibido ante el accidente que dejó 71 muertos y denunciando amenazas de «personas ajenas al oficio y que ignoran los procedimientos».
«Hice lo humanamente posible y lo técnicamente obligatorio para conservarles la vida».
Son palabras de Yaneth Molina, la controladora aérea con la que habló Miguel Quiroga, el piloto del vuelo CP-2933 momentos antes de estrellarse en Colombia con 77 personas a bordo, entre ellas 22 jugadores del equipo brasileño de fútbol Chapecoense.
La nave de la aerolínea boliviana Lamia cayó en una zona montañosa de difícil acceso en el Cerro Gordo, en el departamento de Antioquia, cuando estaba próximo a aterrizar en el aeropuerto José María Córdova de Medellín, y en él fallecieron 71 personas y seis sobrevivieron.
«Señorita, Lamia 933 está en falla total, falla eléctrica total, sin combustible», le dijo instantes antes el piloto Quiroga a Molina, quien estaba a cargo de la torre de control del aeropuerto José María Córdova, según una grabación hecha pública por los medios colombianos el miércoles.
«Vectores, vectores», es lo último que le escuchó decir ante de perderlo del radar, pidiendo orientaciones para aproximarse al aeropuerto.
Tras eso, la controladora fue apartada temporalmente de su cargo para ser atendida por psicólogos, tal como indica el protocolo. Así se lo confirmó el director de Aerocivil, Alfredo Bocanegra, al medio colombiano Semana.
Pero este jueves los medios colombianos publicaron una carta escrita por ella misma y dirigida a su compañeros, en la que agradecía el apoyo recibido «de todos los rincones del país».
En ella denunciaba, asimismo, haber sido blanco de amenazas «de personas ignorantes y ajenas a este oficio y que sobre todo ignoran los procedimientos».
Medellín, noviembre 30 de 2016
Apreciados compañeros:
Es para mí reconfortante saber que aún en este medio tan difícil cuento con el apoyo de ustedes. De todos los rincones del país me han enviado mensajes de fortaleza y acompañamiento en este difícil momento de mi vida profesional. No tengo nada más que agradecerles de antemano y con el corazón todo su apoyo.
Nuestro trabajo es tan especial que hoy me puso en estas circunstancias de modo tiempo y lugar para enfrentarme a la crudeza de la realidad que resultó este impasse.
Compañeros por mi familia y por este trabajo que valoro y respeto puedo afirmar con absoluta certeza que de mi parte hice lo humanamente posible y lo técnicamente obligatorio para conservarles la vida a esos usuarios del transporte aéreo, lamentablemente mis esfuerzos resultaron infructuosos por las razones que son por todos ustedes conocidas.
Hoy la vida me puso en esta poco agradable posición de haber tenido que enfrentarme a una situación como la del 28 pasado, situación que por nuestro trabajo nos vemos expuestos todos los días, todos los turnos, esta vez me correspondió a mí y reitero ante ustedes que me han manifestado su apoyo, que todo cuanto hice en la frecuencia fue por preservar la integridad de los ocupantes de esas dos aeronaves principalmente y por ende de los ocupantes de las otras aeronaves que estaban bajo mi responsabilidad.
Lamentablemente por causas de mis colegas periodistas he conseguido que personas ignorantes y ajenas a este oficio y sobretodo que ignoran los procedimientos amenacen mi integridad física y mi tranquilidad personal, por lo que he estado analizando soluciones al respecto las cuales espero discutir con las directivas de la entidad.
«Un amigo es alguien quien nos conoce, pero nos ama de todas formas» Fr. Jerome Cummings.
Con todo mi respeto y colegaje, de todo corazón,
Yaneth Molina
YANKY MIKE