Producto del frío que azota a Rusia, donde las temperaturas han llegado hasta los 15 grados bajo cero, tanto las personas como los animales han sufrido las consecuencias. Uno de esos casos es el de este perro, quien producto de las bajas temperaturas, quedó con su congelada lengua pegada a una tapa de alcantarilla. Un hombre que pasaba por ahí lo socorrió, vertiendo de su propia agua con el fin de que se despegara del metal. Finalmente, el perro fue rescatado.