Salvo un hombre, que encaró al sujeto, los otros pasajeros del tren que une la ciudad bonaerense de Moreno con la estación de Once, no hicieron nada para evitar que el sujeto pusiera sus genitales en el hombro de una menor de edad, mientras su hermana mayor pedía ayuda. Tras llegar los guardias que bajaron al culpable, se escuchan unas voces diciendo que «ahora podemos ir a laborar tranquilos».