«Hola, mi corazón lindo. Buenos días.»
Así comienza uno de los mensajes que Lilia Hernández manda diariamente a través de la radio a su hijo desaparecido hace 20 años.
Carlos Alberto, médico y capitán de policía, desapareció en 1997 después de salir a buscar un auto que le habían robado.
Lilia se levanta cada día de madrugada y llama a la radio, desde donde dedica dos minutos a mandarle ánimos a Carlos Alberto y a contarle cómo se encuentra su familia.
«Todos los días imagino el momento en el que lo veré bajando de un avión, corriendo a abrazarnos. Yo no pierdo la fe», dice.