En el marco del Día Nacional de la Sobriedad, que se celebra anualmente en Rusia, un grupo de sacerdotes ortodoxos rusos tomó la determinación de sobrevolar la ciudad de Tver y lanzar agua bendita desde las alturas para salvar a sus habitantes de la «borrachera y fornicación». Se dice que llevaron 70 litros de agua bendita, además del «Cáliz Inagotable», un objeto que se caracteriza por poder curar a quienes sufren de drogadicción y alcoholismo. Junto al cáliz, llevaron una imagen de Juan el Bautista.
