El alcalde de Panguipulli, Rodrigo Valdivia, denunció «negligencia» de los Carabineros; dijo que la víctima era una persona «pacífica y respetuosa».
Centenares de personas se congregaron este sábado en varias ciudades del país para protestar por la muerte del malabarista que recibió disparos de un agente del Estado la tarde del viernes en Panguipulli, un episodio que desató una nueva ola de críticas contra Carabineros.
Incidentes y enfrentamientos entre uniformados y manifestantes se registraron en la tarde de este sábado en el capitalino barrio de Ñuñoa y en la ciudad de Concepción, en la sureña región del Bíobio, donde un grupo de artistas callejeros se reunieron para protestar contra la Policía y el Gobierno.
Las manifestaciones de este sábado fueron disuadidas por un gran contingente policial, bombas de gas lacrimógeno y carros lanza-aguas.
En Puente Alto, comuna natal De Francisco Martínez, un bus del Transantiago terminó quemado luego de una protesta por la muerte de Francisco Martínez, malabarista que recibió disparos de un carabinero en la tarde del viernes en la ciudad sureña de Panguipulli.
El hecho ocurrió en la intersección de Concha y Toro con San Hugo en Puente Alto.
Según informó Meganoticias, la máquina estaba siendo transportada por una grúa por el lugar cuando encapuchados detuvieron el tránsito, le quitaron el control al conductor del remolque y le prendieron fuego al bus.
En la víspera también se produjeron graves incidentes en Panguipulli, donde grupos de manifestantes levantaron barricadas al tiempo que fueron incendiados un total de diez edificios de instituciones públicas, entre ellos la municipalidad, que fue consumida por las llamas.
El alcalde de Panguipulli, Rodrigo Valdivia, denunció una «negligencia» por parte de Carabineros e insistió en que la víctima era una persona «pacífica y respetuosa» conocida en la localidad.
El cuerpo de Carabineros, cuestionado por la brutalidad con la que reprimió las protestas de 2019 contra la desigualdad, indicó en una declaración que los agentes actuaron en «legítima defensa propia».
Este episodio desató una ola de críticas hacia esta institución policial por parte de la oposición y de las organizaciones de derechos humanos, que reiteraron la «urgencia» de refundar el cuerpo policial e hicieron un llamado a hacer un uso de la fuerza «racional y proporcional».