La familia del cantante y voz de «una lágrima en la garganta», confirmó su deceso en redes sociales. «Lo hizo en el sueño y sin sufrir», señalaron, a través de Instagram. El artista se encontraba en un coma inducido, tras una dura lucha contra la diabetes.
Boris Leonardo González Reyes, conocido artísticamente como Zalo Reyes y apodado el «gorrión de Conchalí», considerado uno de los más estremecedores fenómenos de éxito de la cultura popular chilena, falleció este domingo a los 69 años.
«Hace un momento, acaba de dejar de existir», señaló la familia del cantante y voz del hit «Una lágrima en la garganta», quien estaba a poco de cumplir años el próximo 3 de noviembre y que se encontraba en mal estado de salud debido a una diabetes que arrastraba desde el 2008.
«Lo hizo en el sueño y sin sufrir… Solo nos queda agradecer tanto cariño y admiración durante estos 40 años de éxito», lamentaron los familiares del oriundo de Conchalí. Zalo Reyes será velado este lunes en la comuna y el lugar se informará durante esta jornada.
Cabe mencionar que, cuando realizaba su servicio militar en la Armada, existía otro cadete González, por lo que lo apodaron «Gonzalito» lo que posteriormente derivó en «Zalito» y luego en «Zalo» cuando eligió su carta de presentación artística. Quería que su seudónimo sonara centroamericano y con un aire popular.
Su primer single fue «Una lágrima y un recuerdo» (1978), del compositor José Barette popularizada por el grupo mexicano Miramar. Fue un boom comercial y vendió más de sesenta mil copias. Pero después vendría la inmortal «Con una lágrima en la garganta» (1979), de Roberto Livi. Y en ambas llevó la fórmula de bolero tocado con instrumentos del rock, que habían introducido Los Ángeles Negros, o los argentinos Leo Dan o Yaco Monti.