Los diputados Leonardo Soto (PS) y Jorge Guzmán (Evópoli) se refirieron al ambiente en el Congreso, luego del ingreso de la acusación constitucional contra el ministro Carlos Montes, y la “crispación” tras los resultados del plebiscito constitucional, que dificulta la tramitación de las reformas.
Luego de que la oposición ingresara la acusación constitucional contra el ministro de Vivienda, Carlos Montes, la Cámara mantiene el ambiente de tensión provocado por los coletazos del nuevo fracaso constitucional y la negativa de la derecha para avanzar en las reformas pendientes en los términos propuestos por el gobierno.
Para el diputado del PS, Leonardo Soto, lo anterior se debe a que la derecha no ha hecho “ninguna autocrítica del proceso fracasado, donde el sistema político reacciona desentendiéndose de todo lo que le causó a los chilenos”.
“Esta acusación constitucional lo que busca es unirlos, es pegar con engrudo las divisiones con las que quedó la oposición después del domingo, y en segundo lugar, para mantener la política de crispación”, señaló.
Por su parte, el diputado Evópoli, Jorge Guzmán, advierte que “la responsabilidad política del ministro Montes sobre los hechos de corrupción, que han ensuciado al Ministerio de Vivienda, es indelegable”
“Aquí pagan justos por pecadores, pero lamentablemente el ministro es la autoridad máxima de la cartera. (…) La acusación finalmente terminó siendo la vía para buscar esas responsabilidades políticas que nadie ha querido ejercer” indicó.
Independiente del destino del libelo acusatorio contra Montes, lo cierto es que el llamado a llegar a acuerdos para sacar adelante la reforma de pensiones y el pacto fiscal, no ha tenido buena recepción en la derecha.
En esa línea, Soto señala que “parte de la oposición, particularmente el mundo republicano y la UDI no tienen ningún interés en llegar a acuerdos con el gobierno en ningún aspecto. Es una estrategia de bloqueo legislativo y de derribar autoridades”.
“Yo creo que el presidente podría sacar a todo el gabinete, sacarlo completamente, y eso no cambiaría en nada la voluntad obstructiva a las reformas que la gente necesita”, afirmó.
Por otro lado, Guzmán agrega que “es el minuto de poner la pelota al piso, de bajar las revoluciones y abandonar trincheras. (…) Quien tiene el imperativo de demostrar con hechos concretos que va a dejar las posiciones maximalistas para buscar acuerdos, en este caso le corresponde al gobierno, donde la forma de convocar es muy importante”.
