Cristóbal Huneeus, socio y director de Data Science de Unholster, sostiene que “entre los dos plebiscitos, la opción ‘Rechazo/A favor’ redujo su votación en 2,3 millones de personas, eso significa que hay un grupo importante de gente que no tiene problema en cambiar de opinión”.
El reciente estudio de Unholster analiza el perfil de los votantes desde que comenzó a regir el voto obligatorio, lo que permite comprender la “dinámica electoral volátil” que ha marcado los últimos procesos.
Uno de los datos que destaca en la elección del pasado 17 de diciembre es la clara diferenciación de género y rango etario. “El triunfo del ‘En contra’ se debe a los votos de los menores de 34 años, donde obtuvo un 70,1% de apoyo femenino frente al 62,8% masculino”, indica el informe.
El péndulo electoral y la evolución de la participación, desde la segunda vuelta presidencial en adelante, es otro de los fenómenos analizados por el economista Cristóbal Huneeus, quien –a partir de los datos– proyecta la disputa en las próximas elecciones municipales.
“Vemos que habrá una competencia mucho más intensa pensando en las municipales, porque la cancha está más peleada, no es que un sector tenga ganado un bolsón suficiente de votos, hay grupo de gente que va cambiando su voto dependiendo de las circunstancias. No es un voto tan ideológico como se pensaba anteriormente”, señala.
En esa línea, Huneeus detalla la volatilidad en el traspaso de votos entre los dos últimos plebiscitos. “Lo que vemos es que alrededor de un 27% de los votos del ‘Rechazo’ se fueron al ‘En contra’. Es ahí donde está este bolsón de votos que cambió de opinión, se dejó persuadir, o no le pareció el texto lo suficientemente bueno para votar ‘A favor’. Lo que creemos que es algo positivo, porque ningún sector tiene ganada una elección”, afirma.
Finalmente, agrega que lo más interesante –a su juicio– es lo que ha pasado desde septiembre hasta ahora.
“Entre las elecciones de septiembre y la elección del domingo pasado, la opción ‘Rechazo/A favor’ redujo su votación en 2,3 millones de personas, eso significa que hay un grupo importante de gente que no tiene problema en cambiar de opinión. (…) Hay un bolsón de votos muy grande que está mirando lo que está pasando a su alrededor y se deja persuadir por los argumentos. No es un sector tan ideológico como los votantes habituales, y es ahí donde se van a concentrar todos los esfuerzos en las campañas del próximo año”, concluye.