“Este libro me surgió al investigar las fuentes sobre la Independencia de Chile, donde Rojas es siempre mencionado y fue en Mendoza donde encontré una gran cantidad de antecedentes”, señala su autor, Enrique Inda Goycoolea, arquitecto y bibliófilo.
“Este personaje José Antonio Rojas me surgió, al investigar sobre la Independencia de Chile cuando escribí las novelas sobre O’Higgins, estudiando la época, y al que todas las fuentes mencionan. Encontré más antecedentes en Argentina, en Mendoza, entonces Cuyo, donde estaba la familia de Manuel de Salas, cuñado de él. Me llamó la atención el episodio de Los Tres Antonios, que parece sacado de una novela de Julio Verne, porque se anticipan en el tiempo con sus ideas de Independencia, de formar una República y separarse de la monarquía, una locura y herejía para la época con Rojas involucrado en ese episodio. A través de las cartas que Rojas escribió desde España a Chile y a Argentina, podemos ver el maltrato de las autoridades españolas a los criollos”.
Preguntado por el destino de los más de dos mil volúmenes de su biblioteca personal, señala que en la Sociedad de Bibliófilos Chilenos, se publicó el detalle de la biblioteca de Rojas, y que él cree que esos libros están en la Biblioteca Nacional, ya que no sabe de nadie que los haya adquirido.
Sobre la sepultura de Rojas, el autor señala que es un misterio, aunque se sabe que estando muy enfermo después de volver de la Isla Juan Fernández, donde estuvo relegado, la viuda pide que lo trasladen a Melipilla, que tenía hospital entonces y que pertenecía a Valparaíso, “aunque no encontré – señala – información en las Iglesias de Valparaíso ni tampoco en Santiago.”
Nos adelanta que lleva leyendo y escribiendo desde hace mucho aunque ha publicado recientemente, apasionado por el tema de la historia en general y de la Independencia, que es el punto de partida de lo que somos hoy como país. Señala que tiene ya varios libros en barbecho, entre ellos sobre José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez, agradeciendo la información que le diera el abogado Armando Moreno Martin, con muchísima información de la familia Carrera, quebrándole todos los esquemas de lo que él sabía.
Finaliza señalando que los historiadores profesionales en general lo han tratado bien, agradeciendo la divulgación que se hace en novelas de historia, “porque uno como lector se pregunta cuánto de esa novela es verdad y ahí comienza a investigar, como me pasó a mí con Carrera y Rodríguez.”
Preguntado por Rodríguez que él señala en su libro que era del bando realista, explica “Carrera lo recluta, como ex compañero del colegio porque éste era de rodearse de sus amigos y de su familia, hasta que lo separa porque le pierde la confianza, siendo Rodríguez un personaje muy curioso, más cercano a un cierto anarquismo, quien, mientras Carrera estaba en Buenos Aires o Montevideo, trató de encabezar el bando carrerino como opción para llegar al poder, siendo protegido y tolerado por San Martin, quien lo aconsejaba, aunque O’Higgins no lo toleraba y prevenía a San Martin, diciéndole “ ten cuidado con él, es un mal bicho”… Esto aparece al leer y estudiar las fuentes. Se ven los vaivenes, los cambios de partido, como actuaban, los intereses personales, lo humano de los personajes, nada muy distinto de lo que somos hoy”.
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