“Si muere Duchamp” (Ed. Tiempo robado), de la artista visual y académica Paula Arrieta, revisa el tema de la autoría, particularmente en relación a la obra “La fuente” atribuida a Marcel Duchamp, y con ello cuestionas el sesgo de género en la construcción histórica del conocimiento.
En 1917, se presentó a la muestra convocada por la Sociedad de Artistas Independientes un urinario titulado “La fuente”, firmado por R. Mutt. Posteriormente, esta obra se atribuyó a Marcel Duchamp, quien también reconoció su autoría. Hace algunos años, investigadoras han planteado que la creadora de este gesto fundamental en la historia del arte contemporáneo fue la baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven. A partir de estos hechos, la artista visual y académica Paula Arrieta escribe el ensayo “Si muere Duchamp”, donde cuestiona la construcción histórica del arte, marcada por la predominancia de artistas masculinos y la tendencia a olvidar o borrar las contribuciones de las mujeres. La autora revisa el sesgo de género en este enfoque, donde las ideas de una mujer, a menudo, no tienen el mismo valor que las de un hombre, y cómo esto se replica en casi todos los ámbitos del conocimiento.
Arrieta plantea que existe una responsabilidad del mundo académico en esta construcción, señalando el potencial para dobles estándares y estereotipos. Las contribuciones de las mujeres han sido pasadas por alto, particularmente en la forma en que se enseña el arte, subrayando la necesidad de que la comunidad académica desafíe y revalúe estas narrativas establecidas.
En 2023, Paula Arrieta publicó “Mirar hasta el final” (Ed. Tiempo robado), donde continúa con sus investigaciones sobre el arte. Este libro reúne una serie de relatos que entrelazan el arte y las memorias, tanto personales como colectivas, de los últimos 50 años de la historia de Chile: la UP, el golpe de Estado de 1973, la dictadura y la posdictadura.
