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“Ciertos chicos” de Alberto Fuguet: darle color y ternura a la oscuridad

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Después de 8 años, el escritor Alberto Fuguet acaba de lanzar la novela “Ciertos chicos” en la editorial Tusquets. Santiago sirve de escenografía para el romance de Tomás Mena y Clemente Fabres, dos adolescentes que ponen color, música y ternura al oscuro 1986.


Faltaba una novela como esta en la escena local. Alberto Fuguet da vida a una historia de amor entre dos universitarios que se sienten bichos raros en sus mundos. En “Ciertos chicos” (2024, Tusquets) nos encontramos con un Santiago underground, una oda a la música pop y al cine de la época. Una marcada por la emergencia de un nuevo sistema económico, las primeras protestas masivas contra el régimen y los espacios vetados donde los cuerpos se encuentran en secreto.

Fuguet es un escritor que ha logrado, en el hilo que une su obra, construir un universo narrativo y visual. En “Ciertos chicos” convergen distintos personajes ya conocidos de otras historias, que dan una cierta uniformidad a la firma en que el autor reconstruye un mundo que habita en su memoria, imaginación y libros. Todo condimentado, por cierto, con música que puede acompañar a la lectura, y que se puede encontrar en una playlist de Spotify.

Revisa el comentario completo a continuación:

 

 

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