Hoy en Juntos y Revueltos: conversamos junto a Clarisa Hardy y Gustavo Campos sobre el confuso motín militar de ayer en Bolivia, además de la repentina salida de Interior de Juan Andrés Lagos y las declaraciones sobre el estallido socia que complican a la directora del INDH.
La noticia de ayer fue con distancia la intentona golpista en Bolivia. El comandante general del ejército boliviano, Juan José Zúñiga, se presentó en el Palacio Quemado ―sede del gobierno― en La Paz a horas de la tarde junto a unidades militares encapuchadas con el fin de deponer al actual presidente del país, Luis Arce. Lograron copar Plaza Murillo e incluso botaron la reja del palacio embistiéndola con una tanqueta militar. Arce, en respuesta y de manera casi simultánea, destituyó a Zúñiga y nombró un nuevo alto mando militar.
La situación llegó a su punto más tenso cuando los líderes de ambos lados se enfrentaron cara a cara en la entrada del propio Palacio Quemado. Sin embargo, la movilización militar fue perdiendo impulso con los minutos al punto que gran parte del contingente militar simplemente se retiró del lugar, incluido Zúñiga que fue posteriormente detenido, no sin antes acusar que todo el evento fue orquestado por el propio Arce.
A pesar de que las horas más intensas del evento ya quedaron atrás muchas interrogantes siguen en el aire: ¿cuál era el plan de Zúñiga? ¿Con cuánto apoyo contaba dentro de las fuerzas castrenses? ¿Cómo reconfigura el motín militar el presente boliviano? Y esta intento de golpe, ¿es un síntoma de algo más grande en la región?
Fran Castillo conversa sobre este tema (además de la repentina salida de Juan Andrés Lagos, histórico miembro del Partido Comunista, de la subsecretaría del Interior y las declaraciones de la directora del INDH en donde descarta violaciones sistemáticas a los derechos humanos durante el estallido social de octubre de 2019) junto a Clarisa Hardy ―exministra de planificación, psicóloga y antropóloga― y Gustavo Campos ―académico de la Escuela de Gobierno de la UAI―.
