El diputado del PPD propone una mayor definición por parte de las fuerzas del Socialismo Democrático, que incluya a sectores afines ideológicamente y que se distinga tanto del FA como del PC. “No existe razón de que sigamos atomizados”, señala Soto.
En las elecciones de este fin de semana el pacto Contigo Chile Mejor sufrió la pérdida de 39 comunas, quedando con 111 alcaldes electos, versus los 150 gobiernos locales alcanzados el año 2021. Al interior del pacto, se repite el fenómeno de los independientes con el mejor desempeño, obteniendo 44 municipios, seguido por la Democracia Cristiana y el Partido Socialista con 22 y 23 alcaldes electos, el PPD con 8, PR y Frente Amplio con 5 comunas.
Y ya con las cifras en mano, nuevamente se presenta la discusión entre las fuerzas de izquierda que acecha desde inicios del mandato de Gabriel Boric: la convivencia de las llamadas dos almas en el Gobierno.
Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos con el diputado por la región de O’Higgins, Raúl Soto, quien es tajante sobre el nicho que ocupa el Socialismo Democrático en la arena política nacional.
“Creo que hoy día la centroizquierda como tal no existe. Hay un vacío de representación respecto de una parte importantísima de la población que se siente afín a algo que podríamos denominar centroizquierda, y que hoy está sin representación”, declara Soto, quien señala asimismo que esto se debe a que en el sector han cometido “el error de diluir a la centroizquierda con el Frente Amplio y el Partido Comunista“.
“Esto de que seamos todos lo mismo es algo que yo creo, estratégicamente, representa un error: porque lejos de permitir apostar por una mayoría social y política más bien nos aislamos, terminamos en un porcentaje de apoyo que es minoritario. Y recuperar esa mayoría va a ser muy difícil”.
En esa línea identifica que dicha mayoría se logró convocar en segunda vuelta de las presidenciales de 2021, pero principalmente debido a que el sector enfrentó a José Antonio Kast, en las antípodas ideológicas de la izquierda.
“Pero creo que, de alguna u otra manera, por posiciones más ideológicas esa mayoría se ha ido perdiendo. Y en esta elección municipal, más allá de que efectivamente no se trata de una gran debacle (sino que creo que de alguna manera se salvaron los muebles por parte del oficialismo), hay una gran mayoría opositora en el mundo político y en la sociedad, eso es evidente“, señala Soto, quien se pregunta cuál debe ser la hoja de ruta del sector para recuperarla.
“Hay un 25% de ciudadanos y ciudadanas que votó por Gabriel Boric. Hoy según los estudios de opinión, están mirando con más lejanía lo que se está haciendo. Y yo creo que hay que volver a reencantar a esas personas, y eso se hace construyendo una centroizquierda con personalidad y domicilio político propio, que sea capaz de diferenciarse”, diagnostica el diputado, quien aclara que no debe ser desde la confrontación, sino que “desde las ideas, desde las propuestas y la colaboración”.
En esa línea subraya que desde el progresismo nacional (más allá de partidos) han estado ‘mirándose el ombligo’. Situación desde la que deben salir: “me imagino un proceso de conversación para la reestructuración de la centroizquierda chilena. Una centroizquierda renovada, con nuevos liderazgos (…) que recoja lo mejor de la tradición de centroizquierda chilena a partir de los gobiernos de la Nueva Mayoría y la Concertación, pero con una mirada de futuro y no de pasado”.
Por lo mismo Soto abogó por una renovación “que en su momento vino por la izquierda a partir del proyecto del Frente Amplio”, pero que hoy debe venir desde los sectores propios y afines al Socialismo Democrático.
“A mi me gustaría ver un nuevo partido a partir de la unión de un espacio desde el Partido Socialista hasta la Democracia Cristiana, y sectores como el PPD, el Partido Radical, el Partido Liberal e independientes. Creo que no existe razón de que sigamos atomizados, en distintos espacios políticos pequeños que tienen poca representación”, propone.