El exministro señala que la crisis por la que pasa Carolina Tohá es producto, más que del propio caso Monsalve, de un vicio del sistema político: “Eso crea un engendro, un sistema presidencial desvirtuado en manos de una Cámara de Diputados que goza del menor prestigio entre las instituciones”.
Las esquirlas del caso Monsalve, y más específicamente el manejo de la crisis por parte del comité político de Gabriel Boric, continúan dañando al Gobierno y particularmente la posición de la ministra del Interior, Carolina Tohá. Desde la oposición han sido claros en apuntar a una nueva acusación constitucional en contra de la mujer fuerte de La Moneda.
“Ni el subsecretario Monsalve, ni el subsecretario Vergara, ni la ministra Tohá, mucho antes del caso Monsalve estaban dando el ancho en el trabajo que se les encomendó que es darle seguridad a los chilenos”, fustigó el día de ayer el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez. Línea similar a la adoptada por el timonel de Renovación Nacional, Rodrigo Galilea, quien puso en entredicho la capacidad de liderazgo de Carolina Tohá a raíz del propio caso y la situación de seguridad en el país.
Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos con el abogado, cientista político y exministro, Genaro Arriagada, quien ve en la situación que atraviesa la cabeza de Interior un problema que supera al propio caso Monsalve.
“Mi visión es que aquí estamos en una crisis del sistema político, y la acusación en contra de Carolina Tohá no es un acto de rectificación, sino uno que agrava la crisis política“, sostuvo, quien agregó: “uno podrá o no estar de acuerdo con Tohá, pero es una mujer digna, decente. Nunca se le ha visto comprometida en cosas irregulares”.
En el mismo análisis destacó que, dada la situación de seguridad en Chile y el ambiente en la arena política, las labores de Tohá han estado lejos de ser tranquilas. Sin ir más lejos citó los cuatro ministros de la cartera que debió nombrar Sebastián Piñera durante su segundo mandato.
Por lo mismo Arriagada se posiciona como crítico del uso de las acusaciones constitucionales hoy en día, instancia que de facto se estaría utilizando para lograr cambios en el gabinete y no su uso inicial. “Eso crea un engendro, un sistema presidencial desvirtuado en manos de una Cámara de Diputados que goza del menor prestigio entre las instituciones, y que se arroga un derecho que no le concede la constitución, sino una manipulación de la misma para cambiar a la jefa de gabinete“.
“Sacarla del gabinete es muy complicado para el Gobierno, porque es aceptar que la Cámara de Diputados lo puso de rodillas, y utilizando una interpretación inaceptable de una disposición constitucional”.
Por lo mismo Arriaga urge al Gobierno, y en particular al Presidente Boric, a buscar un acuerdo transversal para corregir los vicios del sistema político.
“Con veinte partidos con representación parlamentaria, la gente aquí vota y después aquellos por los cuales se votó para la Cámara de Diputados se cambian enteramente de partido. Y se van con sus remuneraciones y asignaciones parlamentarias. Eso es inaceptable en una democracia que funcione”, sentencia Arriagada.