En Al Pan Pan, el economista asegura que, si bien las palabras del Presidente van en la dirección de dar señales de confianza hacia los mercados, la realidad económica camina en sentido contrario. Algo que, identifica, va en línea con problemas administrativos y de “permisología”.
Durante la jornada de ayer se dio el vamos a “Encuentro por Chile”, evento que invita a las universidades del país y a diversos organismos para pensar hacia el futuro. El Presidente Gabriel Boric estuvo presente en el evento, instancia en donde intervino y acusó de “pesimismo ideológico” a los empresarios nacionales.
“Pasa algo paradójico en materia de inversión. En Chile hemos logrado aumentar de manera significativa la inversión extranjera, porque en el extranjero se confía en nuestro país y en sus instituciones”, examinó el Mandatario, que a reglón seguido hizo el contraste con los capitales locales.
“Yo viendo las oportunidades que existen en Chile esperaría que también haya una visión de largo plazo y no un rentismo de corto plazo para poder desarrollar nuestro país con más ciencia y tecnología”, apuntó Gabriel Boric.
Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos con el economista y director de inversiones GH Capital Invest, Claudio González, quien no logra hacer sentido de las acusaciones del Presidente.
“El pesimismo, por una parte, es una sensación un poco emocional, la ideología es más bien una cuestión más cognitiva y construida estructuralmente. Por lo tanto, juntar dos cosas ―una emocional y la otra más de estructura cognitiva― me cuesta entenderlo”.
“Yo, la verdad es que también creo que detrás de ese comentario hay un cierto desconocimiento de cómo funciona la lógica empresarial y de inversión“, aprecia González, quien lo explica en parte como una falencia general del mundo político.
Por lo mismo, señala, “creo entender al Presidente: lo que trata de hacer es mover un poco la jaula, de tratar de alguna manera de crear una sensación de que en Chile hay condiciones para invertir. Pero hay que poner de manifiesto: los últimos años las expectativas para la inversión han sido más difíciles de lo que solían ser un tiempo atrás“.
En esa línea concuerda con visiones como las de Bernardo Larraín Matte (expresidente de la Sofofa), quien hizo notar las diferencias entre la tramitación de proyectos en Chile y Brasil: proyectos que allá pueden resolver su tramitación en poco más de un año acá logran extenderse por hasta siete.
“Eso tiene mucho que ver con el aspecto de permisología y de los aspectos de la regulación administrativa, que permiten acelerar o hacer más lento la revisión de diferentes proyectos de inversión. Ahí, efectivamente, tenemos un problema grande“.
Esta dimensión, no obstante, advierte que puede resolverse sin intervención del Legislativo: “se pueden resolver muchos de ellos a nivel administrativo. No necesitamos una gran ley ni una ley orgánica o constitucional para resolverlo”.
“Esto no significa que hay que cuidar (la inversión) como un niño”, hace notar también el economista: “la inversión toma riesgos, pero necesita de un cierto escenario, de un cierto entorno, que no está bien instalado en Chile. Tenemos un entorno complejo en términos de tasas de interés y de crédito bancario aún”.
El economista también se refirió a los resultados del Imacec del mes de septiembre, que reflejó un crecimiento nulo de la economía nacional. Cifra por debajo de las proyecciones de especialistas y del propio Ministerio de Hacienda, que tuvo que reproyectar sus expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,6%.
“El pronóstico que nosotros teníamos desde el comienzo de año era un 2,2 y un 2,3% y creo que vamos a terminar en torno a esos números. El 2,6 siempre nos pareció bastante optimista y poco alcanzable, la verdad”, aseguró el analista. Es por esto que identifica en las proyecciones “un gran desafío hacia adelante, porque significa que la capacidad productiva está muy lenta”.
Las cifras también implican una desaceleración en la creación de empleos, mientras que la recaudación impositiva se vio igualmente mermada. “La discusión del presupuesto muestra precisamente que tenemos pocos ingresos. ¿Por qué? Porque crecemos poco también. Es decir, hay toda una concatenación de elementos muy importantes para la política pública y para el diseño, y esto es muy importante mismo para el diseño y crecimiento de la política pública y del crecimiento económico en los próximos años”.
“En dos años hemos crecido 1% en promedio: ni siquiera cubre la tasa de natalidad, , ni siquiera la tasa de incorporación de la fuerza de trabajo. Eso significa que creamos condiciones para achicar la carretera por la cual va a transitar la economía chilena para el próximo periodo“.
“No la agrandamos, la achicamos. ¿Por qué? Porque no estamos siendo capaces de crearlas condiciones productivas para agrandar esa carretera y que la economía chilena transite a mayor velocidad en los próximos años”, concluyó.
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