Miguel Ángel Aguilera “dilata el proceso judicial y no cumple medida cautelar”. ¿De quién es la culpa? En esta nueva entrega de Punto por Punto, Paulina de Allende-Salazar te cuenta cómo una “trampa penal” permite doblar la mano al sistema y cuáles son sus consecuencias para la sociedad.
No veníamos saliendo del asombro al enterarnos de que Raúl Torrealba, exalcalde de la comuna de Vitacura, formalizado por 29 delitos de fraude al fisco, lavado de activos, asociación ilícita y delitos tributarios, ya no estaba con arresto domiciliario total, sino que había sido visto almorzando en el exclusivo Club de Polo y equitación San Cristóbal, como lo informó La Segunda, cuando el Equipo de Investigación de El Mostrador tuvo acceso a la siguiente imagen.
Se trata del exalcalde de la comuna de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera –cuestionado por sus vínculos con el narco, que también está formalizado, pero en este caso por los delitos de enriquecimiento ilícito, cohecho pasivo y lavado de activos–, a quien vemos tan campante almorzando en la sanguchería “El Tío Manolo” de la comuna de La Reina, pese a que tiene la medida cautelar de arresto domiciliario total.
Las interrogantes entonces surgieron: ¿es legítimo dar rienda suelta a la sensación de impunidad después de ver estas imágenes? ¿Hay o no razones para desconfiar por la tardanza en las investigaciones? Al parecer esto es un ardid legal para “escapar” de la mano de la Justicia.
En esta nueva entrega de Punto por Punto, Paulina de Allende-Salazar indaga sobre esta situación. El caso del exalcalde Aguilera deja al descubierto una trampa penal que el mismo sistema incita. Porque la ley establece que un día de prisión preventiva tiene el mismo valor que el de arresto domiciliario total a la hora de descontar días de pena a la condena efectiva.
Entonces, la estrategia de Aguilera –a juicio de los penalistas consultados por El Mostrador– parece evidente: dilatar el avance del procedimiento, mientras gana días en la comodidad de su casa; yendo a la oficina de sus abogados y escapándose a la sanguchería. Así, cuando finalmente haya una sentencia, todos esos días acumulados se le descontarán.
Aguilera gana, mientras el Estado de Chile pierde plata en procesos eternos y la desconfianza en el sistema de justicia sigue aumentando.
