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Alberto Mayol analiza el futuro político de Gabriel Boric: “Nunca fue el jefe real de la coalición” PAÍS

Alberto Mayol analiza el futuro político de Gabriel Boric: “Nunca fue el jefe real de la coalición”

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El sociólogo y escritor analiza además el presente del sistema político, que continúa sumido en una crisis de legitimidad y que el Gobierno, que estaría llamado a subsanarla, no ha logrado atacarla en sus expresiones más recientes, como la reforma previsional y la tramitación de Dominga.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El gobierno de Gabriel Boric enfrenta desafíos clave en su último año pleno: la reforma previsional, la revisión del proyecto minero Dominga y casos como la compra fallida de la casa de Salvador Allende. Según Alberto Mayol, el Ejecutivo no logró resolver problemas históricos, como el proceso constituyente, y arrastra falta de claridad en sus posturas. Además, cuestiona si Boric asumirá un liderazgo claro en el Frente Amplio, señalando que su estilo político, más independiente que militante, genera dudas sobre su capacidad para definir el futuro del sector.
Desarrollado por El Mostrador

A pesar de alejarse de la tormenta que significó en el 2024 el caso Monsalve para La Moneda (y las consiguientes críticas transversales al manejo de la crisis adoptada por La Moneda), el Gobierno de Gabriel Boric aún se encuentra a kilómetros de costas tranquilas.

El debate por la reforma previsional, que mantiene al oficialismo disputando en el Congreso un 0,5 de los 6 puntos porcentuales de ahorro extra de la reforma, y añorando el 3 y 3 que ofrecía la ahora oposición; la tramitación del proyecto minero Dominga, que será revisado nuevamente en el comité de ministros (aunque con otra formación de secretarios de Estado); la frustrada compra de la casa de Salvador Allende por parte del Ejecutivo. Todos, casos que le entorpecen el camino al Ejecutivo en su último año pleno de mandato.

Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos sobre el desempeño del Gobierno con el sociólogo y escritor Alberto Mayol.

“El Gobierno tiene un problema de Gobierno… pero también tienen un sentido histórico. Y el de este era que era el primer jugador fuera de los límites de la transición, que tenía derecho a gobernar, y que podía resolver los problemas de legitimidad que se habían derivado de la transición“, anota Mayol, añadiendo que dichos problemas horadaban la legitimidad del sistema político.

En esa línea es que la atropellada y dilatada discusión por una reforma de pensiones y el caso de la compra de la casa de Salvador Allende (que terminó costándole esta mañana el cargo esta mañana a la ahora extitular de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval) le quitan cancha nuevamente al papel del Mandato de Gabriel Boric en la historia reciente del país.

El Gobierno no logró ―y no digo que fuera fácil― resolver el problema histórico frente al cual estaba de pie. Su gran oportunidad era resolver el tema constitucional, que no lo logró. Luego de fracasar por un lado fracasó por el otro. Fue la derecha quien convocó el siguiente proceso constituyente: tampoco lo logró”, acusó Mayol, quién además deslizó que dichos problemas, estructurales en su naturaleza, “se manifiestan en el hecho de que hay cosas que no tienen solución“.

“Por ejemplo, ¿hay alguna posibilidad de que Dominga no sea rechazada por el comité de ministros? Un comité de ministros sin ministros. O sea, va a haber un comité de ministros sin ministros, con subrogantes que eventualmente alguno va a ser también inhabilitado, y va a estar el subrogante del subrogante… el comité de ministros otorga legitimidad a las decisiones en la medida en que son ministros”.

Debido a la misma falta de claridad en la posición del Gobierno respecto a Dominga es que el sociólogo augura: “el proyecto no se va a hacer, pero tampoco nunca se va a terminar de rechazar. Entonces va a estar viviendo sistemáticamente en el limbo”.

Escenario similar al que enfrenta la reforma de pensiones, con la derecha tradicional “asustada” por la posición expresada desde Republicanos, en donde rechazan cualquier escenario salvo un 6% dedicado exclusivo a capitalización individual. Mientras tanto, desde las fuerza de izquierda y centroizquierda también han expresado sus resquemores con el posible resultado de lo que se zanje en la comisión del Trabajo del Senado, augurando la insuficiencia de la reforma.

“Entonces, si se va a hacer esa reforma, se hará en unas condiciones que no sé si va a ser reforma, que no sé si va a ser algo viable para el Gobierno: no sabemos nada en ese sentido. Entonces, si tú miras el escenario, las cosas que tienen que andar no van a andar, o van a andar muy mal, van a andar con muchos problemas. El gobierno está dejando para última última hora cosas importantes”.

Gabriel Boric, el Frente Amplio y una política de la tranquilidad

Asimismo, Alberto Mayol identifica la falta de determinación y claridad en las posturas comunicadas desde La Moneda y el oficialismo (en específico del Frente Amplio) como resultado del futuro político del sector, que no cuenta con todo el apoyo que quisiera, pero sí con décadas por delante. “Esta generación es una muy joven, que asume que tiene 40 años por delante para poder hacer política, y en esa tranquilidad se lo están tomando con bastante calma”.

“El problema es que la razón por la cual ellos existen es porque Chile detectó una urgencia para la cual buscó una nueva generación, porque entendía que la generación antigua no podía resolverla. O sea, la pregunta es, ¿triunfará el hecho etario de que ellos tienen 40 años por delante, libres, con una derecha débil en las juventudes, sin formación de jóvenes sólida, o va a triunfar eventualmente la corrosión de todo este proceso que se va a llevar por delante en un par de años, convirtiéndolos en una especie de continuidad de la decadencia de la centro izquierda, de la izquierda, a estos grupos?”, se cuestiona el analista.

Frente a la actitud que diagnostica Mayol, clave resulta la figura del propio Presidente Boric: sin otros liderazgos capaces de hacerle peso en la interna, su figura es gravitante respecto a todo lo que es el FA. Algo que, cita el sociólogo, se respalda en su historial previo.

“Gabriel Boric es una persona que nunca ha sido un militante: aunque haya militado, él nominó a la candidatura presidencial del FA el 2017 sin preguntarle a su partido. Después tomó la decisión de noviembre del 2019 sobre el acuerdo constitucional sin preguntarle a su partido. Funciona por su cuenta y esa ha sido su virtud, además. Así de simple”, describe, junto con señalar como “nominal” su militancia actual en el Frente Amplio.

Sin embargo, la petite histoire del magallánico difícilmente rinde para proyectar qué será de su futuro, por cuanto ha actuado más como agente libre que como caudillo: “Gabriel Boric nunca, nunca, hasta que llegó a ser presidente, fue el jefe real de la coalición“.

“Más aún, siendo una de las dos figuras más importantes ―junto con Giorgio Jackson―, su poder era inferior, por ejemplo, al de Jorge Sharpe. Su poder era inferior a lo de los presidentes de su partido (….) No fue Gabriel Boric el que rompió la relación de Izquierda Autónoma cuando se fue al Movimiento Autonomista, no. Fueron otros actores los que lo hicieron y él siguió“.

¿Será Gabriel Boric capaz de ejercer el liderazgo de su sector? Y quizá más importante: ¿está siquiera dentro de sus planes a mediano y largo plazo? Alberto Mayol se lo cuestiona, sin aún certezas al respecto.

“Para decirlo en términos militares, el Presidente es políticamente un F-16: no es una tropa de terreno, no toma posesión de las ciudades, pero puede ganar una guerra. Entonces, como él tiene esa forma de hacer política ―y cuesta mucho imaginárselo de otra manera― a mí no me queda claro cuál es su camino”.

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