Axel Callís y el error original de La Moneda: “El Gobierno confundió mayoría electoral con política”

El cuarto y último año del Presidente Gabriel Boric comienza con un escenario complejo, tras la renuncia de la exministra de Defensa, Maya Fernández, por la controversia en torno a la fallida compra de la casa de Guardia Vieja, perteneciente a Salvador Allende. A esto se suma la salida de Miguel Crispi como jefe de asesores del Segundo Piso de La Moneda, luego de constantes cuestionamientos de la oposición, especialmente tras su participación en la comisión investigadora por el caso Monsalve, donde evitó responder las preguntas de los parlamentarios.

En este contexto, Boric enfrenta el inicio de la recta final de su mandato con una aprobación cercana al 30% y una serie de leyes aprobadas que su administración intentará posicionar como logros. Entre estas, la reforma de pensiones se perfila como una de las principales apuestas del Gobierno, que buscará instalar su relato enfatizando los avances alcanzados en un periodo marcado por la turbulencia política.

Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos con el sociólogo y director de TúInfluyes, Axel Callís, quien no descarta que el Gobierno pueda subir en su aprobación durante su último año, por cuanto “la gente se pone un poco más condescendiente. Normalmente lo que sucede es que empiezan a llegar algunos de los proyectos de ley que están desde el inicio”.

Sin embargo, en su análisis, los problemas del Gobierno iniciaron casi a la par que el propio Gobierno. “Ellos mismos dicen que estabilizaron al país, pero yo creo que también se demoraron casi dos años y medio en estabilizarse. Luego, los dos procesos constitucionales y todo lo que tiene que ver con la guerra en Ucrania, que la gente se olvida, pero a este gobierno le pegó al principio y eso desestabilizó también la parte económica. Y los ocho o siete meses de que siguen al Ministerio Interior que fueron un desastre”.

“Recién a final de año seguramente vamos a ver, una vez que se promulgue la reforma de pensiones y se hagan los reglamentos y todos los detalles que quedan, el tema de cómo se hace la licitación de las carteras y todo. Quedan algunas cosas, vamos a empezar a ver los logros”, apuntó el analista, recordando que también en La Moneda tienen a su haber reformas relevantes como la ley de 40 horas laborales y el aumento del sueldo mínimo a $500.000.

Aun así, Callís advierte que son dos los focos de la ciudadanía que podrían entorpecer la misión de aumentar la valoración hacia el Gobierno: la situación macroeconómica, “que no haya una inflación alta y que se mueva la absorción de empleo”; y la situación de seguridad, “donde hemos perdido muchas capacidades de asombro, sobre todo con el tema de los homicidios, donde, no obstante que el Gobierno tiene cifras que van a la baja o están, a lo menos están acá, la violencia de los homicidios es brutal, o sea, ha aumentado bastante”.

En esa línea, Callís advirtió que el problema de base del Gobierno va más allá de lo que pueda defender de la agenda diaria: “en enero del año 2022, lo que sería el Gobierno se mareó y confundió la mayoría electoral con una mayoría política. Ese error le entregó, de una u otra forma, la posibilidad de cometer aún más errores, como por ejemplo designar a Izkia Siches como ministra del Interior. Como que quedó plasmado que no estaban entendiendo nada la necesidad de seguridad de la gente, que fue uno de los temas de la campaña del 2021″.

El diagnóstico temprano de La Moneda, que en definitiva amarró tempranamente el éxito del mandato de Gabriel Boric con el resultado de la Convención Constitucional, llevó a que el Gobierno políticamente “se acabara”, porque “quedó en una minoría que ellos mismos establecieron como umbrales de éxito, y ahí se terminó de morir el proyecto de tratar de enterrar el neoliberalismo y todo lo que era el programa”.