Rodrigo Reyes Duarte: “Es más fácil legislar en delitos para pobres que sobre delitos económicos”
El exmiembro del CDE aseguró que la actual legislación sobre el secreto bancario, si bien le entrega elementos al Estado para combatir al crimen organizado, “evidentemente ralentiza el sistema”, por cuanto exige una serie de pasos judiciales previos que burocratizan.
La Sala del Senado rechazó el pasado miércoles la flexibilización del secreto bancario por parte de la Unidad de Análisis Financiero (UAF). Esto en medio de la votación en primer trámite del proyecto que crea el subsistema de inteligencia económica para la lucha contra el crimen organizado.
Por 11 votos a favor y 11 en contra, la indicación del Ejecutivo no logró el quórum necesario para poder avanzar a la Cámara de Diputados. La propuesta permitía que la UAF, en ciertos casos de investigaciones por delitos de crimen organizado levantadas por alertas sospechosas, pudiera requerir a los bancos directamente la información financiera de clientes.
Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos sobre su utilidad con el abogado experto en ética y compliance, además de exmiembro del Consejo de Defensa del Estado, Rodrigo Reyes Duarte.
“Esta norma, de alguna manera y tímidamente, contribuía a combatir el crimen organizado. Lo que uno se pregunta hoy día es dónde está el Estado respecto de la prevención de estos delitos“, aseguró Reyes, en contexto de que diversas instituciones financieras están obligadas a reportar operaciones sospechosas o que se ejecuten sobre ciertos montos en efectivo. Lo cual, admite, en general funciona bien.
“Pero cuando la UAF quiere obtener datos concretos respecto de una cuenta corriente, por ejemplo, lo que tiene que hacer es recurrir al presidente de la Corte de Apelaciones para que ese presidente de la Corte de Apelaciones nombre a un ministro y efectúe una petición fundada para efecto de alzar el secreto bancario. Y eso, evidentemente, ralentiza el sistema”, advirtió.
“El otro día escuché a un parlamentario que decía que se podía filtrar esta cuestión. Bueno, no se ha filtrado nada de la UAF ni se ha sabido de ningún tipo de filtración. O sea, ¿qué sentido tiene quitarle los dientes a la Unidad de Análisis Financiero mediante, digamos, esta negación al alzamiento del secreto bancario por disposición de esa autoridad administrativa responsable”.
Asimismo, también descartó el argumento que asegura que narcotraficantes y organizaciones criminales varias no utilizan bancos para movilizar sus recursos. “Estuve leyendo un poco de las últimas, los últimos informes hechos por la Unidad de Análisis Financiero, y fíjate: los productos financieros más utilizados para blanquear activos en el último informe de la UAF que se publicó ahora en marzo, fueron el dinero en efectivo, en 75 de 92 casos. Pero de manera muy relevante los productos bancarios: depósitos, transferencias nacionales, 44 casos; los créditos en 22 casos; los vale vistas en 10 casos. O sea, utilización evidente de productos bancarios para efectos de lavar activos”.
En virtud de lo último, y si bien concordó en que al acceder a elementos de naturaleza personal ―como cuentas bancarias― se requiere de un especial cuidado, “el temor aquí es injustificado respecto a este alzamiento del secreto bancario (…) Cierta élite ideológicamente siempre le ha parecido complicado aprobar este tipo de medidas, porque puede afectar a personas como nosotros“.
“Es siempre más fácil legislar en delitos para pobres, en robos por sorpresa, en portonazos… pero es mucho más difícil cuando legislamos sobre delitos económicos(…) Yo entiendo algunas aprehensiones, pero muchas de esas aprehensiones dicen razón, dicen más bien relación con cuestiones ideológicas o más bien de sesgo”, sentenció.
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