En un nuevo programa de La Semana Política, los académicos Lidia Casas y Rodrigo Arellano abordaron el actual momento político y social a cuatro años del estallido. Donde el “germen de demandas ciudadanas” sigue latente, independiente del resultado constitucional del próximo 17 de diciembre.
Para el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Rodrigo Arellano, el 18 de octubre marcó un punto de inflexión de carácter social y político, que cambiaría la agenda de futuro. “Luego de varios días de incertidumbre y violencia, se inició este nuevo camino político constitucional que nos tiene hasta el día de hoy con la incertidumbre de si vamos a tener o no una nueva Carta”, señaló.
Por su parte, la directora del Centro de Derechos Humanos UDP, Lidia Casas, enfatizó en la importancia de identificar los diferentes tipos de violencias que se manifestaron hace cuatro años, para comprender el fenómeno del estallido en su complejidad.
“Por un lado, tenemos la violencia que se genera por las formas de exclusión social y profunda desigualdad. (…) Por otro, tenemos la violencia que ya venía instalándose en los barrios por el narcotráfico y bandas de crimen organizado que uno podía ir identificando lentamente a lo largo de los años, donde los primeros afectados estaban en las poblaciones. También el uso de la violencia en contra de las protestas sociales. (…) Y por último, la otra violencia -por ejemplo, con la destrucción del metro- uno ponía la atención hacia los grupos anarcos. El tema del mundo anarco es preocupante porque no responde a las categorías de izquierda-derecha, responden a otras categorías políticas donde da lo mismo si hay o no un gobierno de izquierda, porque no cree en las instituciones democráticas”, indicó.
Para ambos analistas, las demandas sociales instaladas en el estallido social hasta la fecha, no han sido resueltas. Alertan que “todavía la ciudadanía espera respuestas”, por lo que es muy probable que, independiente del resultado del plebiscito, van a continuar pendientes.
“El tema de las expectativas y solución de problemas, yo creo que también puede generar un conflicto respecto al futuro después del 17 de diciembre, respecto a las expectativas ciudadanas sobre el proceso constitucional que surge el 15 de noviembre”, agregó Arellano.
Respecto al actual debate constitucional, Casas señala que “si uno mira el proceso aquí no hay un texto que vaya a unir a todos los sectores. La díscola de la derecha, la alcaldesa Evelyn Matthei, ha ido dando fuertes señales de los problemas que tiene el actual proyecto. En el caso de que se rechace y comience un proceso de reformas constitucionales, (…) hay una serie de elementos que nos permiten decir nada está dicho, todo es posible, y vamos a ver como las franjas del “A favor y “En contra” van a comunicar lo que este proyecto significa para la ciudadanía”.
Finalmente, Arellano enfatizó en que independiente de cómo concluya el actual proceso constitucional, estaría lejos de ser el pacto social al que se aspiró hace cuatro años. “Las constituciones son exitosas cuando se transforman en una carta de unidad de un Estado, donde los ciudadanos la sienten propia. Van a continuar pendientes las demandas y en eso la clase política tiene que levantar un llamado de atención”.